Visitas a museos desde el sofá
Recorrer pinacotecas y galerías es posible sin salir de casa gracias a sus recreaciones virtuales
La cultura está asociada con salir de casa, reunirse con conocidos y disfrutar de un concierto, una exposición o una obra teatral que además, sobre todo en la sociedad mediterránea, va acompañada después de algo de ocio en grupo, fundamentalmente relacionado con la gastronomía, pero no es la única fórmula para lograr el mismo resultado, aunque tenga matices. No siempre es posible realizar un viaje a Nueva York, Roma, Atenas o París para gozar de algunas joyas que allí se encuentran, como el Louvre, la Acrópolis, el Museo Vaticano o, sin necesidad de hacer tantos kilómetros, el Prado. Todos estos lugares, y otros muchos, tienen algo en común, además de contener una inmensa cantidad de obras de arte, y es que se pueden visitar de forma online gracias a un ordenador o un teléfono móvil.
El Museo del Louvre es el más visitado del mundo, además de uno de los de mayor superficie: casi medio millón de obras, de las cuales hay expuestas 35.000 en un espacio, solo de galerías, de 60.500 metros cuadrados, que haciendo una comparación serían unos 12 campos de fútbol juntos. La gran ventaja de esta visita es que es gratuita y se puede realizar tantas veces como se quiera, por lo que no es necesario correr de un lugar para otro antes de que las instalaciones cierren y poder ver los Caballos de Marly de Guillaume Coustou, La Gioconda de Da Vinci, La Venus de Milo, el Código de Hammurabi, La Libertad guiando al pueblo de Delacroix, Las Bodas de Caná de Veronese , o la corona de Luis XV. ¡Y todas estas obras están sin pasar de la primera planta!
La Acrópolis de Atenas es otro de los lugares de gran afluencia turísticas y para poder visitarlo sin gran cantidad de personas es necesario madrugar y ser de los primeros. O aprovechar desde casa, porque también tiene un versión virtual con gran capacidad de movimiento para ver la roca sagrada y aprender de la antigua cultura griega.
La Capilla Sixtina es una de las estancias más conocidas de los Museos Vaticanos, sobre todo por los frescos de Miguel Ángel que lucen en su bóveda y que tantas veces han sido reproducidos. Algo que suele llamar la atención de quienes la visitan son sus dimensiones, de 41x13 metros aproximadamente, con una altura de casi 21 metros, lo que permite contemplar un amplio números de obras de una sola mirada. Con la visita virtual, por suerte, se puede hacer zoom y detenerse en cada una de las pinceladas que le pintor italiano plasmó durante sus años de trabajo en el siglo XVI.
La Pinacoteca di Brera, en Milán, ofrece otra de las visitas más realistas y con capacidad de decisión por parte de quien se decide a entrar en su web, un extenso recorrido por sus largos pasillos cuyo mayor déficit es que no existen explicaciones o zooms sobre las obras para conocer más de cada una de sus piezas o, al menos, de las más relevantes.
También se pueden visitar de forma virtual el Museo Hermitage, una de las mayores pinacotecas del mundo, que además agrega información de cada obra; el Museo del Prado, que no realiza un recorrido pero sí muestra cada pieza con una amplia explicación; el Metropolitan Museum de Nueva York o el British Museum de Londres, una amplia oferta y todo desde casa.