Visiones del Jaén más urbano de José Miguel de la Torre

Lo suyo no ha sido la pintura, pues su profesión es la de arquitecto técnico o aparejador, que tanto monta, pero siempre, desde niño, tuvo despierto el gusanillo del arte. José Miguel de la Torre expone en la Taberna La Barra, situada en la calle Cerón de la capital, una selección de acuarelas y acrílicos, con el paisaje urbano de Jaén como referente.

Las obras son 18 cuadros de pequeño formato que cuelgan de las paredes del establecimiento.

Esta es su primera exposición, aunque él prefiere, en su modestia de primerizo, llamarle “muestra”. “Le he dado muchas vueltas antes de mostrar mis cuadros, pero al final he querido que vean mis amigos las cositas que hago”, manifiesta José Miguel de la Torre.

De las 18 obras, la gran mayoría son paisajes urbanos de Jaén y su entorno, los cerros con olivares. Alguna de las obras, en concreto dos de ellas, acrílicos ambas, tienen carácter emotivo. Reflejan la estación de tren de Martos. “Mi familia está muy vinculada a este edificio. Mi abuelo era jefe de estación y mi padre vivió en él. Ahora están intentando recuperarla y esa noticia me llenó de alegría por todo lo que significa para mí”, señala el pintor.

Uno de los cuadros, tiene un carácter emotivo y reivindicativo. “Este es un amanecer. Quien conozca Martos lo entenderá. El sol sale detrás de la Peña e ilumina la fachada de la estación, mientras que el resto del pueblo permanece en penumbra”. El otro cuadro se centra en el lamentable estado de deterioro que ofrece la estación del tren. Ambas obras son acuarelas.

Respecto a los paisajes urbanos de Jaén, la mayor parte de las obras que se exponen se centran en la zona que hay en torno al Parque de la Alameda, que es donde tiene su domicilio el pintor. Uno de estos cuadros, un acrílico, lo titula “Luz en la Puerta del Ángel”. En él expresa la fuerza de la luz a mediodía sobre el famoso y popular arco. Esta obra es la que ilustra el cartel anunciador de la muestra. Otro de los acrílicos ofrece un detalle del alero del convento de las Bernardas, concretamente del frontón de la fachada interior, con la palmera.

En una exposición sobre paisajes urbanos y edificios emblemáticos de Jaén no suele faltar una visión personal de la Catedral, el templo mayor de la provincia y el edificio más representativo. José Miguel de la Torre capta la Torre del Reloj en su vista más clásica desde la calle Campanas o desde la Carrera.

Diversidad. Pero no todas las obras son de Jaén. El pintor ha querido incluir en la muestra dos acuarelas que realizó en su época de estudiante en Granada, sobre el Albaycín. “Estas obras he querido traerlas porque tienen un colorido especial y quería incluirlas”, aclara.

Respecto a su formación artística, José Miguel de la Torre comenta: “Siempre me ha gustado la pintura y el dibujo. Durante mi época de estudiante hice muchos dibujos, apuntes del natural con lápiz, acuarela, guache... Era algo que tenía olvidado, pero hace diez años decidí recuperar esta afición”. Lo hizo de la mano de su mujer, María José López de la Casa, restauradora y monitora de acuarela en la Universidad Popular de Jaén. “Me ha animado a practicar más a menudo y a cambiar de formato y de técnicas. Ahora toco también pastel, acrílico y experimento con técnicas nuevas, siguiendo sus consejos”.