Viaje al feminismo de los treinta

La investigadora Sonia Lojo abre la muestra de la que es comisaria en el Museo Provincial de Jaén

10 abr 2019 / 16:34 H.

Sobre el esfuerzo por conseguir derechos y libertades, sobre las luchas reivindicativas que comienzan en la misma calle antes de convertirse en debate en las instituciones, en ocasiones no conocemos más que la punta del iceberg, la consecución misma del sudor, la sangre y las lágrimas vertidos. No obstante, para hallar motivos a su porqué y llegar a valorar de la forma en la que se merece tal sacrificio en pro de un prójimo no siempre comprometido con la causa, es necesario navegar en el tiempo y comprender las circunstancias en las que surgieron aquellos movimientos sociales.

Así, con el objetivo principal de arrojar luz a una etapa oscura —por poco estudiada— de la historia del feminismo en España, la investigadora Sonia Lojo emprendió una labor de indagación que le llevó a sumergirse en los años de la Guerra Civil española para conocer todo cuanto tenía que ver con la anarcosindicalista “Mujeres Libres”, una federación a la que llegaron a pertenecer más de 20.000 mujeres y que llegó a impulsar medidas educativas en materia de igualdad, trabajo y sexualidad bañadas en su espíritu libertario.

Los resultados de tal investigación se muestran en una exposición que, bajo el título “Mujeres Libres (1936-39), precursoras de un mundo nuevo”, llega al Museo Provincial de Jaén merced a la labor de CNT Jaén, Acción Feminista Linares, Comando Sororidad y la Fundación Anselmo Lorenzo. Hasta el 25 de abril, la Sala II del edificio de exposiciones temporales acogerá una muestra compuesta por 16 paneles —en los que se incluyen muestras de la revista homónima del movimiento en la que vertían sus ideas—, además de materiales sonoros y audiovisuales, sobre la gestación y el desarrollo de la organización, sus diversas reivindicaciones y sus ámbitos de actuación.

Estudiando el material se comprueba que, a pesar de que las integrantes de la federación lucharon por la emancipación de las mujeres de la clase obrera, no defendían cualquier tipo de feminismo. Así lo reflejaron en el manifiesto publicado en el primer número de su revista. En aquel texto no dudaron en afirmar: “El feminismo lo mató la guerra dando a la mujer más de lo que pedía al arrojarla brutalmente a una forzada sustitución masculina”. De este modo, aunque no resulta complicado llegar a la conclusión inicial de que su espíritu subversivo podría haber encajado en los movimientos feministas actuales, el análisis de las mismas palabras permite distinguir en la motivación de las mismas cierta reivindicación de lo puramente femenino frente a lo puramente masculino, esto es, que aún hacían referencia a unos roles sociales cuyas fronteras son mucho más débiles en la actualidad. Por lo tanto, cabría pensar que es mejor no hablar de que aquellas “Mujeres Libres” no fueron unas adelantadas a su tiempo, pero sí unas perfectas precursoras del feminismo de hoy. Así quedó reflejado en aquel primer número: “Sin que pretendamos ser infalibles, tenemos la certeza de llegar en el momento oportuno. Ayer hubiera sido demasiado pronto; mañana, tal vez, sobrado tarde”.