“Ushuaia es una metáfora de los propios conflictos”

El vilcheño Alberto Conejero estrena el jueves su última obra en el Teatro Español

14 mar 2017 / 11:24 H.

Lo define como “la catedral del teatro” y acogerá en 48 horas el estreno de uno de los proyectos más ilusionantes en este 2017 para el dramaturgo jiennense. Alberto Conejero, el autor teatral más representado y valorado en las últimas temporadas, lleva al Teatro Español Ushuaia, montaje que protagoniza José Coronado. Cuenta la historia de un hombre que huye de sus demonios a la ciudad más austral del mundo, un “thriller emocional”.

Ushuaia fue el texto ganador del Premio Ricardo López Aranda en 2013 pero, para este montaje, como reconoce el dramaturgo vilcheño, ha sido “reescrito” prácticamente al completo. Este montaje, que estará en el Teatro Español hasta el 16 de abril, cuenta la historia de Mateo, una persona recluida en el bosque y cuya incipiente ceguera le obligará a romper su soledad para contratar a la misteriosa Nina. La obra está dirigida por Julián Fuentes Reta y cuenta con un reparto en el que, además de Coronado, están Ángela Villar, Olivia Delcán y Daniel Jumillas.

“Es la historia de un hombre que lucha contra sus fantasmas”, explica, que escribió esta obra durante un año en la propia Ushuia, gracias a una beca. Es por ello que este confín apartado en el mundo se convierte en un protagonista más de la pieza. “Ushuaia no solo es el lugar físico, sino una metáfora de los propios conflictos: un estado del alma pero también una prisión. Me sentía atraído por esa belleza amenazante del espacio”, reconoce. Coronado regresa al Teatro Español —ya protagonizó allí con otras tres obras— : “Genera algo mágico y una energía solo comparable al Teatro romano de Mérida”. El actor, como recoge Europa Press, explica que, una vez tuvo el texto que le llegó “por azar”, fue él quien hizo la gestión para participar en la obra.

“No solo me convencía el personaje, sino que admiro la obra de Alberto desde que vi La piedra oscura, y creo que ésta la supera en belleza y complejidad: además hay una dosis de onirismo que te pone la piel de gallina y lágrimas en los ojos”, añadió. Para Coronado, cualquier oportunidad es “buena para volver a las tablas, que es de donde el actor tiene que beber”. La incorporación de Coronado a la obra ha añadido matices que hasta el propio autor del texto “desconocía”: “No había pensado en él pero está muy bien que haya venido. Es como el amor, que no piensas antes de quién te vas a enamorar”.