Una velada llena de ritmos

La Gran Rockset pone el broche de oro a la verbena de la Virgen del Pilar

13 oct 2018 / 11:27 H.

Una representación teatral dio la bienvenida a los asistentes a la segunda verbena de La Pilarica, celebrada en el patio de la Comandancia de la Guardia Civil de Jaén. La música tomó voz propia para luchar contra una oscuridad personificada en seres con máscaras y capas negras que le impedían sonar. “Soy importante para los sentidos, la educación y la comunicación. ¡Ayudadme!”, gritó mientras se liberaba de sus ataduras para resonar hasta altas horas de la madrugada para los jiennenses.

Así comenzó este encuentro, organizado por Diario JAÉN, Rosetas Eventos 360º y Caja Rural, uno en el que la orquesta de La Gran Rockset combinó ritmos de todos los estilos musicales con una puesta en escena sorprendente, juegos de luces, proyecciones y hasta llamaradas de fuego que dejaron boquiabiertos a los asistentes.

Los ritmos caribeños dieron la bienvenida a esta fiesta, que sirvió de aperitivo a la programación ferial. Temas como Tímbala y La vida es un carnaval, de Celia Cruz, resonaron con una explosión de serpentinas bajo la que bailaron los más pequeños. Chema Cantón, uno de sus integrantes, condujo esta cita que, tal y como indicó después, era la penúltima antes de cerrar la gira. “Actuar y ser medio profeta en tu tierra es genial. El público dice que nosotros les emocionamos pero, realmente, es al revés. Ellos hacen que nosotros nos crezcamos”, afirmó.

Cantón presentó a los integrantes de la banda, cantantes y músicos que, posteriormente, dejaron el escenario para mezclarse entre la gente y tocar algunos solos de pasodobles, como fue el caso del trompetista baezano Francisco Cózar. Después, hizo una interpretación magistral de La cosa más bella, de Eros Ramazzotti, que fue seguida de versiones como Turn around, de Bonnie Tyler, y Escondidos, de Chenoa y David Bisbal, con una proyección de “la cobra” final en la gala especial de Operación Triunfo.

Sabina no pudo faltar en el repertorio con Noches de boda, además de algún chachachá, como Sway, de Michael Bublé o el pasodoble De Andalucía yo soy, de Perlita de Huelva, con el que los espectadores se dejaron llevar en el baile. Nono Vilches interpretó, seguidamente, La malagueña, de Miguel Aceves, tema que puso el vello de punta a todos por su excelente afinación y quejío.

Un rémix de Los Chichos, con títulos como Te vas, me dejas, Quiero ser libre o Ni más ni menos despertaron los ritmos de rumba, acentuados por la bachata Eres mía, de Romeo Santos, cumbias, como El amante, y la versión de Mi gran noche, del linarense Raphael.

Cantón anunció un viaje en el tiempo a la década de los 60, en español e italiano, con canciones muy reconocidas, las mismas que el público disfrutó mucho. Sus intérpretes se vistieron de época para cantar las letras de Help, ayúdame; Un rayo de sol, Guateque, Será porque te amo, Gloria, Mamma Mía y Madre tierra. La banda pronto llegó a los 90 con La Macarena y Fiesta, fiesta. Y lo hicieron con un vídeo que anunciaba el cambio de año y los avances tecnológicos o modas del momento, como los coches de choque al ritmo de Camela, Messenger o temas como Tractor amarillo.

El espectáculo, además, no pudo ser más interactivo. Cantón demostró ser un excelente maestro de ceremonias. Conjugó la representación con las redes sociales para, en primer lugar, hacerse una foto con el público y subirla en directo y, después, regalar camisetas a las primeras personas que comentaran en la página de Facebook oficial de La Gran Rockset Orquesta. En este caso, los afortunados fueron Rubén Sánchez, Mabel Rodríguez, Ana Arocha, Elena Ruiz y Raquel Armenteros. También ofreció este regalo a las mujeres de los guardias civiles porque, según explicó: “Ellas son las que sufren las largas noches de espera hasta que sus maridos llegan a casa sin saber si están bien, como les pasa a nuestras esposas en la banda”. El cantante advirtió que ellas también merecían su propio homenaje.

Antes de finalizar la primera parte del espectáculo —cercana ya la media noche— con temas infantiles de series como Heidi, Marco, La abeja Maia o Quijote y Sancho, Cantón reivindicó que las letras obscenas de ciertas canciones de reggaetón no deben servir para educar a los más pequeños. Tras este mensaje, sonó La Bella y la Bestia, que tuvo una puesta en escena tan mágica como la película de Disney.

Instantes antes de comenzar la segunda parte, se procedió al sorteo de un jamón, que le tocó al sargento primero Antonio Jesús Ortega, que declaró: “No me lo esperaba, pero me lo llevo a casa muy contento”. La sensualidad se adueñó de la recta final de la actuación con la interpretación de Havana y el cantante linarense Nono Vilches dominó la escena con temas como Tu enemigo, de Pablo López —artista que, posteriormente elegiría para cerrar la gala con una magnífica versión de El patio—; Cómo te atreves a volver, de Morat; Sofía, de Álvaro Soler y algunas pistas de Enrique Iglesias, como Súbeme la radio, El baño y Yo sin ti.

El cantante jiennense Antonio Guiro hizo una colaboración con la orquesta y dejó escapar su duende más flamenco con Tú me obligaste, de Antonio José y Cali y El Dandee, y La isla del amor, de Demarco. Los espectadores no dejaron de mostrar su complicidad en ningún momento y, cada vez, se acercaron más al pie del escenario, hasta el punto de pedir canciones hasta finalizar el espectáculo, que puso el broche de oro con el mejor ritmo y un saludo en familia lleno de agradecimiento, al menos, hasta la próxima visita.