Una “pequeña” gran novillada

Alumnos de la Escuela Taurina disfrutan de una clase magistral con Curro Díaz

13 jun 2016 / 12:03 H.

Intensa jornada taurina la que vivieron los alumnos de la Escuela Taurina de Jaén. Los futuros diestros jiennenses recibieron una magistral lección de la mano del linarense Curro Díaz, que demostró ante los más jóvenes como se debe manejar el capote y la muleta.

Eran poco después de las once y media de la mañana. La expectación en el coso taurino era máxima. Mientras los más pequeños practicaban con carretones, la afición aplaudía. Había nervios por estar presente junto a uno de los grandes, a su querido Curro Díaz. Incluso habían llegado desde Cuenca como el pequeño Izan Alonso, que con solo cinco años, afirma, ya ha realizado el paseillo en las plazas de Valencia, Monteagudo (Cuenca) y Alicante. Su cara lo dice todo, es el auténtico reflejo de su mayor pasión, los toros. De mayor lo tiene claro. “Y ahí estará su madre para apoyarlo hasta el final”, afirmaba Mari Ángeles Estévez, la mamá del artista, que hasta se había dejado la coletilla para ser igual que José Tomás. Junto a él, los cerca de cuarenta alumnos que se forman en la escuela estuvieron bien atentos a los consejos del linarense, que apareció a eso de las doce dispuesto a apoyar a esas figuras del toreo. Primero, los autógrafos, y después la clase de cómo debe entrenar un buen torero. La actividad se convirtió en una auténtica defensa de la fiesta nacional, entre tanto talento y maestría. “En esta profesión nunca terminas de aprender. Un día te levantas y un toro te enseña a que no sabes nada, por eso es tan bonita y tan difícil esta profesión. Así que hoy —por ayer— lo que voy a intentar es pegar algún que otro lance, a ver si sale alguno bueno”, confesaba Curro Díaz, que hizo toreo de salón. “Cuanto más despacio se toree, mejor se conoce a uno mismo, las formas, el fondo de brazo”, aconsejaba ante la atenta mirada de los jóvenes. “Nunca olvidéis vuestra personalidad, eso no os la puede quitar nadie, para torear a la verónica hay que expresar lo que uno siente”, apostilló.

Tras la clase magistral se celebró una gran novillada con cinco novillos de la ganadería de Moragón que lidiaron cinco jóvenes alumnos: Cristian Guerrero, de Villanueva de Mesía (Granada), que hizo su presentación en Jaén; Ruiz de Jimena, uno de los alumnos aventajados de la escuela, que demostró ser un novillero de corte clásico y serio; el pegalajareño Fernández Ríos; el jiennense Gonzalo de Miguel y “El Nete”. El broche lo pusieron los más pequeños con dos becerras.

Animalistas solicitan la abolición de la fiesta nacional
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Una decena de integrantes de la Coordinadora Animalista de Jaén se concentraron en los alrededores de la plaza de toros de la capital para protestar en contra de la “gran novillada”. Por la mañana, durante la clase práctica, los manifestantes desplegaron pancartas en señal de protesta, de forma pacífica.