Una lección entre fogones y una buena mesa de viandas

Dice el refranero español que “por el olfato se adivina el plato”, y es que no hay nada como una buena mesa y la pasión vivida ante los fogones. Muestra de ello dieron los alumnos de la Escuela de Hostelería Fundación Cruzcampo de Jaén, quien, en sus ocho meses de formación, llegan al final del curso con una de las citas más esperadas por todos. Se trató de la visita del chef y estrella Michelín Kisko García, responsable del Restaurante Choco, en Córdoba. El cocinero no dudó en ofrecerles a los estudiantes una clase magistral que versó sobre el origen de los alimentos y los productos con los que trabaja que, según él, son 100% andaluces.

“Ha sido una experiencia magnífica. La formación es importante. Durante los próximos años vendrá mucho turismo a España, y necesitaremos personal muy cualificado. Desde Choco, trabajamos con Andalucía y con su historia. Destacaría, de la gastronomía jiennense, la caza y la cocina tradicional. Soy un enamorado del olivar y de cremas como los morteruelos”, afirmó el chef. Por su parte, el director de la escuela hostelera, Jesús Barrio, incidió ante sus alumnos en la importancia de mantener una marca personal. “Es importante saber qué historia contar a los comensales. Kisko lo consigue adentrándose en los orígenes de cada plato. No hay que olvidar que, para triunfar, es importante saber qué queremos trasmitir con nuestras recetas”, comentó Barrio, quien opinó que la presente formación es “una cosecha fantástica”, y añadió: “Llevamos 18 años de andadura. Por estas instalaciones han pasado alrededor de 1.500 alumnos. Teníamos muchas ganas de contar con el chef para el cierre del curso. Le ha dado una visión muy particular a los alumnos”.

Y ellos mismos se lo agradecieron en forma de almuerzo, razón por la que prepararon un almuerzo muy especial en la Casería de las Palmeras que contó platos como salmorejo ligero, sardina marinada con asadillo de pimientos en hojaldre, Lubina con capellini a la naranja y alioli de ajo negro, abanico de ibérico con patatas revolconas y un delicioso brownie de chocolate y helado de café, todo ello, maridado una gran selección de cervezas, como no podía ser de otra forma, de Cruzcampo, Paulaner y Amstel.