Un sitio en El reino para los Campeones
La cinta de Javier Fesser obtiene tres galardones frente a los siete de la película dirigida por Rodrígo Sorogoyen
En la 33ª edición de los premios Goya no faltó el aplauso a la diversidad, las pullas a los partidos políticos más extremistas, los reveses a la corrupción, las reivindicaciones feministas y una pequeña perla del talento musical con denominación española.
Durante más de tres horas, la veterana pareja profesional y sentimental formada por Silvia Abril y Andreu Buenafuente orquestó una gala trepidante repleta de humor y chistes para una la entrega de unos premios que salieron de Madrid para viajar a Sevilla.
Más allá de las actuaciones musicales de Rosalía, Amaia de Operación Triunfo o Rozalén, la ceremonia mantuvo un ritmo fresco y ágil que la película más taquillera de 2108 y ganadora del premios Forqué a la mejor cinta del año, también elegida por la Academia para representar a España en los Oscar y con once nominaciones a los Goya, se hiciera finalmente con tres de ellos, incluida el de mejor película, en una noche en la que Campeones, la desternillante y emotiva historia de Javier Fesser sobre la discapacidad en el deporte, se convirtiera en la ganadora.
Triunfal fue también la velada para la otra gran favorita, El reino, que estuvo cerca de arrasar y se alzó con siete premios, entre ellos, el de mejor guion y director para Rodrigo Sorogoyen, quien hace unas semanas presentó en Jaén esta enfurecida crónica de los escándalos de la corrupción política y que es un firme candidato al Oscar por Madre.
Además de una gala divertida, la del sábado fue también una ceremonia marcada por la emoción que supuso la entrega del Goya de Honor al Narciso Ibáñez Serrador o las palabras de agradecimiento de Jesús Vidal al recoger el premio al mejor actor revelación por su trabajo en Campeones. Entre los galardonados destacaron Arantxa Echeverría con el Goya a la mejor dirección novel en Carmen y Lola; Roma, de Alfonso Cuarón, en el apartado de cintas iberoamericanas y Cold war, de Pawel Pawlikowski, como el mejor filme europeo. Merecido fue también el premio a los mejores efectos especiales para Superlópez, por el trabajo de Lluís Rivera y Laura Pedro o el galardón a Josu Inchaustegui, por la dirección de fotografía en La sombra de la ley.
A pesar de que las esperanzas estaban puestas en que Natalia de Molina se alzara con el tercer Goya por su papel en la última y más clásica película de Carlos Vermut, Quién te cantará, Carolina Yuste consiguió el premio a la mejor actriz de reparto por su participación en Carmen y Lola, la cinta con la que Arantxa Echeverría ganó el galardón en el apartado de dirección novel y que alejó a la actriz jiennense de hacerse con el triplete, quizás más destacado, de su fructífera y reconocida trayectoria profesional dentro del cine español. Natalia de Molina cuenta ya con dos “cabezones” logrados como consecuencia de sus apariciones en Techo y comida, de Juan Miguel del Castillo, con la que ganó el Goya a la mejor actriz, en 2016 y en Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba, que la convirtió en la mejor intérprete revelación, en 2014. El sábado también se quedaron a las puertas Ana Wagner, nominada en la misma categoría por El reino y Anna Castillo, por Viaje al cuarto de una madre. Otras de las mujeres premiadas fue Susi Sánchez, por su papel protagonista en La enfermedad de domingo, mientras que la gran actriz de reparto fue Eva LLorach, compañera de la jiennense en Quién te cantará, un drama basado en la vuelta a los escenarios de una cantante interpretada por Najwa Nimri, y a la que rechaza una atrevida Natalia de Molina metida en la piel de su hija. No obstante, la artista cuenta con la ayuda de una seguidora y cantante de sus canciones en los karaokes interpretada por la premiada Eva Llorach que contribuirán a mejorar la relación entre madre e hija dentro de un inestable universo femenino.