Un espectáculo “digno de la Gran Vía”, con sello de Jaén

Carlos Aceituno dirige Agosto. Condado de Osage en el Festival de Otoño

24 nov 2016 / 13:31 H.

Es la primera vez que una compañía de teatro de Jaén, con todo su equipo formado por jiennenses, se sube al escenario del Nuevo Teatro Infanta Leonor dentro de la programación del Festival de Otoño”. Así explica la “gesta” el director Carlos Aceituno, que se ha embarcado en la adaptación de Agosto. Condado de Osage, de la que el “New York Times” dijo que es “la nueva obra americana más apasionante que Broadway ha visto en años” y, después, recibió el premio Pulitzer de Teatro en 2008. El estreno será mañana, a las nueve de la noche.

“Tenemos el ‘dream team’, los mejores actores de la escena jiennense sobre las tablas”, dice el director. Son Cristina Mediero, Amada Santos, Noelia Camacho, Luisa Medina, Cristóbal Guerrero, Pedro Lendínez, Chema Trujillo, Oliver Gil, Teresa Quesada, Laura Cruz y Óscar Cabrera. Además, como invitada especial, cuentan con la actriz Teresa Arbolí, de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), conocida por papeles en la televisión en series como El Príncipe, Allí abajo, Sin identidad, Los protegidos y Física o Química y películas como La voz dormida, Princesas y Asesinos inocentes. “Me llamaron para proponerme el proyecto, conocía el texto y dije que sí desde el primer momento al reto de trasladarme a esta ciudad para trabajar con este equipo. Desde que llegué aquí me están demostrando que tienen una profesionalidad, energía y entrega a prueba de todo”, dice la actriz.

Con todos ellos, Carlos Aceituno ha trabajado la adaptación de esta obra de Tracy Letts, con versión de Luis García Montero, que ha dado su beneplácito al proyecto jiennense. La acción gira en torno a 13 personajes que deben convivir en una gran casa, a partir de la desaparición del patriarca de la familia. Dice Aceituno que han mantenido la esencia de este texto americano y, que de la mayor dificultad que se les presentaba en la versión —ubicar tres espacios de la vivienda diferentes en escena— han hecho virtud, ya que lo han concentrado todo en uno: “El resultado es que la obra es más angustiosa”. Los personajes y sus complicadas relaciones, hacen el resto. El reencuentro servirá para desenterrar mentiras, recelos y poner la cada vez más evidente desintegración de la familia sobre la mesa.

el proyecto. Este es un montaje que, en principio, solo se podrá ver una vez. Será por este fin benéfico. Ojalá que guste tanto, dicen sus protagonistas, que un productor de el paso adelante para programarlo en los próximos meses de nuevo. Ese sería el futuro, pero si miran hacía atrás, el camino hasta llegar aquí no ha sido fácil. Con el proyecto entre las manos, lo propusieron al Patronato de Cultura para la programación del Festival de Otoño. “Allí nos dijeron que no pasaba el corte. Al preguntar el criterio, la respuesta era que las obras tenían que haber pasado por Gran Vía”, dice una de las actrices. “Esta es la forma de la que reivindican que en Jaén se hace cultura, no apoyándola”, dice el director. “Hemos logrado sacar adelante la producción porque las empresas jiennenses colaboradoras se han volcado. Todo han sido favores”, añade. “Si finalmente hemos entrado en la programación del Festival de Otoño es porque la Diputación fue la que apostó por incluirnos”, reconoce. Con este camino lleno de obstáculos andado, a unas horas del estreno, dice otra de las actrices: “Estamos demostrando que se puede hacer un montaje digno de la Gran Vía en Jaén”.

Nadie cobra, todo para “Esclerosis Múltiple”

Este espectáculo que se enmarca en la programación del décimo séptimo Festival de Otoño tiene un carácter eminentemente benéfico. Sus promotores, el director y todo el equipo, llevan meses trabajando para poner en pie este montaje, con la colaboración de una veintena de empresas jiennense. Esfuerzos de unos y otros se suman para colaborar con la Asociación Jiennense de Esclerosis Múltiple. Los beneficios que se obtengan en taquilla, como adelantó Carlos Aceituno, irán destinados a este colectivo. Pretenden, por un lado, dar a conocer la labor que realiza esta asociación y, por otro, colaborar económicamente. “Hace un año se les estropeó el vehículo que se encargaba del traslado de enfermos y todavía hoy intentan reunir fondos para adquirir uno nuevo”, explicó el director. Las entradas cuestan doce euros.