Un concierto que ligó para siempre el olivar al Nobel

La unión de las denominaciones de origen propició, en 2008, la histórica cita del cantautor en Jaén

18 nov 2016 / 11:48 H.

Dylan no estará en Estocolmo el 10 de diciembre para recoger el Nobel de Literatura que la Academia Sueca le concedió el pasado 13 de octubre. Esquivo para acudir a los actos públicos, la respuesta del músico no era imprevisible: sube y baja del escenario sin apenas saludar, sin dirigir una palabra al “respetable”. Distante y frío, su generosidad se mide en talento compositivo y calidad musical sobre el escenario. Una y otra cuestión van unidas en Bob Dylan. Bien lo comprobaron, hace ahora ocho años, más de 3.000 jiennenses. El flamante Premio Nobel pisó el 5 de julio de 2008 el mar de olivos y lo hizo gracias a su fruto, el aceite de oliva virgen extra. Para conseguirlo, las denominaciones de origen unieron fuerzas con el respaldo de administraciones para tener al universal músico en esta tierra.

En aquel momento se calificó el concierto como histórico y el tiempo ha ratificado esta valoración. “El tiempo nos ha dado la perspectiva. Cuando muchos decían entonces que no era para tanto, ahora podemos decir que se logró unir el nombre de este músico, reconocido con el prestigioso Nobel, a las cinco denominaciones, al olivar jiennense”, reflexiona Manuel Jesús Sutil, gerente de “Sierra Mágina”. “Es un concierto que se quedará para siempre en la historia de Jaén, la única vez que ha actuado aquí y que probablemente lo haga; no es fácil que venga a España y si lo hace no suele ser más allá de Barcelona y Madrid. Lo hicimos en Jaén y con el aceite de oliva, su nombre con nuestras marcas en un mismo cartel”, reconoce. Idea que comparte Francisco Navarro, secretario de “Sierra de Segura”: “Pocas ciudades de algo más de 100.000 habitantes han visto un concierto de Bob Dylan como hizo Jaén”. Todo por una apuesta de promoción diferente, por unir el producto estrella del campo al mundo de la cultura, camino por el que se ha seguido avanzando desde entonces. “Son muchas las iniciativas en las que las denominaciones vamos de la mano”, resalta Navarro. Y Sutil pone ejemplos: “La conexión de nuestra familia Melgarejo con el mundo del cine es muy destacable e iniciativas como las de Supremo que lleva a sus etiquetas obras de artistas de la tierra”.

“Jaén, ciudad de los olivos” fue el eslogan elegido para la cartelería, en la que Robert Zimmerman aparecía tocándose el sombrero, una de sus poses más clásicas, sobre un mar de olivos. “Lo diseñó Tomás Fernández. Hace poco me encontré con él y lo comentamos. Fue un póster muy brillante, muy potente”, resalta José Montané, concejal de Cultura en 2008.

Fue, precisamente, el mar de olivos, el mayor bosque humanizado del mundo, el paisaje que ahora lucha por ser Patrimonio de la Humanidad, lo que más sorprendió al Bardo de Minnesota, como recuerda el antiguo edil. “También tomó un trago de aceite de oliva, directamente de una botella, sin pestañear”, cuenta. “Es un personaje escurridizo y raro, su actitud concuerda con su personalidad”, reconoce el concejal. Pero no es por su simpatía por lo que recibió el mayor galardón de las letras mundiales. El profesor resalta: “El Nobel habla de la revolución que su música supone en la literatura moderna, su poesía renovadora y libre, su capacidad para hablar de otros temas de la calle”. Como dijo la Academia Sueca, Dylan ha creado una “nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción”. Poesía y música que dejaron huella en la tierra del olivo.

“Entonces todos fuimos uno y la unión hace la fuerza”
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La foto es muy simbólica. Gracias al acuerdo y la unión de las administraciones y las denominaciones de origen, por aquel entonces cinco, se logró organizar un concierto histórico en Jaén. Lo presentaron en el mes de marzo y se celebró el 5 de julio. Hoy, ocho años después, con la perspectiva del tiempo, como reconocen los aceiteros, el Nobel no ha hecho más que ratificar la talla del artista que visitó Jaén gracias a esta unión. Como dice el secretario de la DO de Segura, fueron “todos a una” y la unión hace la fuerza.