Úbeda se rinde ante La Habana

La Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba triunfa en otra jornada del festival

12 may 2019 / 15:52 H.

El Auditorio del Hospital de Santiago —una de las obras cumbre del Renacimiento realizada por el arquitecto Andrés de Vandelvira, que recientemente ha sido remodelada— fue el espacio escogido por la Asociación “Amigos de la música”, colectivo organizador del Festival Internacional de Música y Danza “Ciudad de Úbeda”, para acoger el acto de entrega de la medalla del festival, máxima distinción que entrega el colectivo para reconocer al trayectoria profesional de personajes que con su trabajo han contribuido a la difusión y promoción de la música o la danza, y por extensión de la cultura. En esta edición, el artista elegido por el colectivo para entregarle el galardón al cantautor y poeta cubano Silvio Rodríguez, aprovechando la presencia del artista en la ciudad, pues actuó como invitado durante el concierto que la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba ofreció a las 22 horas, en el coso de San Nicasio.

Seguidamente a la entrega del galardón —el mismo espacio— acogió el concierto de Trío Barroco, actuación incluida dentro de “Las matinales del festival” y enmarcada dentro del ciclo de cámara organizado por el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España y la Escuela Superior de Música Reina Sofía. Durante su actuación los componentes del Trío Barroco, el flautista Joidy Blanco, el oboísta Jesús Torres y la fagotista María Bernal deleitaron al respetable con un programa que incluye obras de Carl Ph. E. Bach, Wolfgang A. Mozart, Antonio Vivaldi , Joseph Haydn y Julius Röntgen.

Ya por la noche y en la plaza de los toros el respetable pudo disfrutar del concierto ofrecido por la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba dentro de la gira que está realizando con motivo del sesenta aniversario de su fundación —una actuación que contó con la presencia, como artista invitado de Silvio Rodríguez, que en la segunda parte del concierto— interpretó algunas de sus canciones orquestadas sinfónicamente por Jorge Aragón, acompañado por la prestigiosa formación y bajo las órdenes de su director titular Enrique Pérez Mesa. Entre otras el cantautor deleitó al respetable con canciones tan conocidas como “La Era está pariendo un corazón”, “Ángel para un final”, “Jugábamos a Dios”, “Pequeña serenata diurna” o “El necio”. Además de ofrecer algunos bises, regalo del cantautor, acompañado solo por su guitarra.

La Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba ejecutó un programa complejo y variado. Una noche mágica a la luz de la luz donde la música fue la verdadera protagonista y de la que el público que tuvo la suerte de poder asistir tardará en olvidar la magistral interpretación de la orquesta, que sin duda quedó grabada tanto en sus retinas como en sus tímpanos.