Teatro y arqueología

Los “iberos” reciben al visitante en Puente Tablas para acercar los secretos de su mágica cultura

08 dic 2016 / 11:21 H.

La magia del teatro para descubrir la arqueología. El oppidum de Puente Tablas fue conocido de una forma muy distinta a la habitual por sus visitantes gracias a una novedosa iniciativa de la Compañía Teatro La Paca y enmarcada en el programa Escápate al tiempo de los Iberos. “Hemos intentado utilizar la fantasía para recrear cómo era la vida en un lugar que pisaron nuestros antepasados hace 2000 años, unir el pasado y el presente con poesía y un poco de humor”, dice Mari Carmen Gámez, directora de Historias iberas...en Puente Tablas. Recorrido por nuestro legado ibero. Pedro Jiménez y Marta Casado son los actores que dan vida a los personajes que protagonizan esta curiosa visita, guiada también por Eva de Dios Martínez, que aporta los datos históricos imprescindibles para dar continuidad a este montaje que cuenta con texto del dramaturgo Tomás Afán. Esta experiencia se estrenó para unos testigos de lo más curiosos, los alumnos de quinto de Primaria del colegio Gloria Fuertes.

Junto a la muralla de entrada al oppidum, con unas vistas privilegiadas de todo su entorno, los recibió un ibero que, con un divertido monólogo, “sitúa” a los personajes, en el espacio, en la época y adelanta algunas de las claves de “su” cultura. Les contó, cómo, por ejemplo, todavía no se ha podido descifrar su escritura y mucho de lo que se sabe es gracias a lo que otras civilizaciones dejaron escrito sobre ellos y lo que la arqueología ha descubierto por sus vestigios. En el santuario, uno de los espacios más mágicos del yacimiento, una sacerdotisa, un espíritu que sigue viviendo allí y aparece por sorpresa — “Aunque la mayoría eran hombres, se cree que también había alguna mujer”, dice la directora— realiza un ritual para, como explica Gámez, describir similitudes entre el pasado y el presente: “Quizá los problemas no son tan diferentes; como la preocupación por el futuro o como los dioses en los que creían los iberos es la ciencia de nuestro tiempo”. Ella visita el futuro para contar que ha visto “carros que no van tirados por caballos” y hasta “pájaros de hierro con personas de su vientre”.

En el poblado, un griego detendrá a los visitantes para contarles que él, allí en Puente Tablas, después de mucho viajar, ha encontrado su particular Ítaca, su tierra. Contará como llegó gracias a los intercambios comerciales y todo lo que tienen que enseñar las relaciones entre civilizaciones. Pero antes de que se acabe la visita, en el Palacio del Príncipe, un soñador artesano hablará del arte ibero, del gran legado que han transmitido.