Sabina viste de verso a Cádiz

E l corazón de Joaquín Sabina late al ritmo de verso por Cádiz. De pirata sin pata de palo, pero con una voz que evoca las tierras jiennenses que lo vieron nacer, el Maestro Sabina se presentó valiente y entregado ante las personas que abarrotaban la gaditana Plaza de San Antonio para emocionar a los asistentes con un bello, sincero y poético pregón que dio al Carnaval la bienvenida oficial a las calles de la ciudad de Cádiz.

Durante dos horas, el cantautor ubetense piropeó a la “tacita de plata”, así como a la riqueza de una fiesta que en la provincia bañada por el Mediterráneo se siente, se vive y se disfruta como en pocos lugares de la Tierra.

El Maestro, que amenazó con salir al escenario disfrazado de Jesulín de Ubrique, solo se permitió esa muestra de cobardía en un discurso que sirvió para recordar a los que ya no están, pero también para reírse de uno mismo y de las habladurías sobre su aparición o no, desde el mismo comienzo de su intervención con el vídeo del Gran Wyoming, donde el presentador de televisión aseguraba como médico que el pregonero del Carnaval de Cádiz 2019 se había puesto malo y no podría acudir, por lo que tendría que se sustituido por un tal Joaquín Pamplinas interpretado por David Palomar, que junto a Riki Rivera, versionó un bonito y embriagador Por el bulevar de los sueños rotos.

Las conocidas y por casi todos, aunque sea tarareadas, canciones del músico jiennense sonaron en la noche del sábado en San Antonio como si nunca se hubieran vendido millones de discos con ellas. Así, Sabina interpretó La Magdalena y El pirata cojo, con la ayuda de Leiva, con quien también cantó Princesa en trío con la tercera pata sabinera, Pancho Varona. Koki Sánchez como Lola Flores se llevó a su terreno 19 días y 500 noches, mientras que Vanesa Martí, con Noches de boda y Pasión Vega, con Cómo el extraño cristalizaron una noche, en la que además de Cádiz, brillaron las sonrisas como si la velada no se fuera a acabar en ningún momento. Carnavaleros de distintas agrupaciones, tanto callejeras como oficiales, pisaron casi de manera improvisada las mismas tablas que el artistas de Úbeda para cantar con él y Contigo. Rozalén también “improvisó” al cambiar la letra de Pongamos que hablo de Madrid, mientras que Jorge Drexler selló su amistad con el ubetense con Martínez. Tampoco faltaron a la fiestas de la calle Melancolía otros amigos del poeta como Almudena Grandes, Luis García Montero, Manu Sánchez, Chipi de La Canalla o Alexis Díaz Pimienta, a los que Sabina también presentó, entre rima y rima, para no romper la sonoridad del momento. El Carnaval de Cádiz fue el auténtico protagonista de una noche en la que el que define la ciudad como patria chica y fuente de inspiración para muchas de sus canciones quiso y se dejó querer por sus vecinos y amigos, así como por la alegría de uno de los del que es condierado uno de los mejores carnavales de todo el mundo.

Declarado enamorado de Rota, la oportunidad para sumergirse de lleno en la fiesta de Don Carnal surgió de manera casi inesperada. El alcalde de Cádiz, José María González “Kichi”, propuso al ubetense convertirse en el pregonero de los Carnavales de 2019, durante un encuentro informal sucedido precisamente en la costa roteña, donde el artista suele veranear desde hace años, acompañado por un grupo de lo que él mismo definió como “poetas y músicos”. La confirmación oficial llegó tiempo después, gracias a la cual el cantante se convirtió en maestro de ceremonias de la guasa y el arte gaditano en su máximo esplendor.