Programas con el personal justo

Las televisiones no cesan sus emisiones, pero sí prescinden maquilladores o peluqueros

18 mar 2020 / 13:30 H.
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El show debe continuar, pero no a cualquier precio. Al igual que ocurre en el resto de profesiones, el estado de alarma en el que se ve sumido el país afecta al periodismo en todos sus ámbitos: trabajo desde casa, cambio de condiciones y, en muchas ocasiones, toca tirar de ingenio para ejercer la profesión más bonita del mundo y mantener informado a todo el mundo. Por su condición audiovisual y todo lo que le rodea, la televisión es el medio que más se ve azotado para mantener el nivel con menos personal y algunos programas están teniendo que reinventarse para seguir en antena. Son muchos los espacios televisivos que con el paso de los días han sufrido algunos cambios por los recortes de profesionales, que afectan desde a maquilladores y peluqueros a cámara y realizadores, porque, aunque sea de una manera más básica, se puede continuar enviando el mensaje deseado sin necesidad de que todo el equipo se vea expuesto al covid-19 por salir de casa para trabajar.

Matinales, telediarios y, en definitiva, todos los espacios que no estaban grabados se están viendo afectados, aunque siempre se busca atenuar los efectos del coronavirus y hacer ver que las cosas siguen funcionando casi con total normalidad en estos días difíciles.

Si alguien debía salirse de esta forma de trabajar, cómo no, debían de ser los miembros de La Resistencia, con el jiennense David Broncano al frente, que lejos de querer mostrar que la vida sigue igual dieron una vuelta de tuerca y enseñaron cómo se hace un programa de entretenimiento en televisión con tan solo seis personas.

Cuatro en plató y dos en el control de realización. Sin vestuario, maquillaje, peluquería o cámaras, con tiros fijos y utilizando la imaginación —y algo de la poca vergüenza habitual— lograron grabar un programa digno de cualquiera que, sin medios, comienza a hacer sus pinitos de forma amateur, aunque con algo más de presupuesto y para una plataforma como es Movistar+.

En el escenario habitual, pero guardando más de un metro de distancia para evitar posibles contagios, Ricardo Castella, Grison, Jorge Ponce y David Broncano se dejaron llevar más por la improvisación que por cualquier guion, pues los encargados de este también están confinados en sus casas, en el que el “beatboxer” tomó más protagonismo del habitual con sus aventuras y desventuras que tanto gustan al público.

No faltaron los invitados, pues si bien la semana pasada el programa seguía con normalidad salvo porque no había público en el teatro, ahora la asistencia de personas ajenas al programa no está permitida por el estado de alarma. ¿Solución? La tecnología. Al igual que las videollamadas son la solución para poder ver a quienes se encuentran lejos, al no poder abandonar el domicilio, sirve como herramienta para entrar en el programa e interactuar con los allí presentes. El lunes fue el turno de Itziar Miranda y Manu Baqueiro, que inauguraron este particular formato televisivo.

Una fórmula similar siguió Andreu Buenafuente, al frente de Late Motiv, que estrenó su versión casera. Los diferentes colaboradores optaron por las videollamadas como ventana para llegar a los telespectadores, que también jugaron un papel importante en el programa enviando vídeos, de unos 30 segundos de duración, mostrando cómo es ahora su día a día en casa sin poder salir ante las indicaciones por parte de las diferentes instituciones mientras dure el estado de alarma que, según todo apunta, se alargará más de los 15 días inicialmente previstos.

Si algo sobra, visto está, es imaginación y buen humor para hacer frente a una situación como la actual. Además, está quedando patente que no hacen falta producciones millonarias y que lo importante es el fondo y que el mensaje llega igualmente al receptor, que disfruta de la misma manera ante un programa calificable de “cutre” en otras circunstancias y ahora son lo más demandado porque, como siempre se ha dicho, la risa cura y en ese campo son muchos los profesionales de primer nivel que entran en casa por la pequeña pantalla.

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