Pequeños grandes talentos

Más de 250 alumnos inundan Jaén de música con distintos conciertos y talleres

13 mar 2017 / 11:36 H.

Ni un alfiler cogía en el Teatro Infanta Leonor en la celebración de la gala solidaria del III Encuentro de Escuelas Musicaeduca, organizado por el Conservatorio Privado Maestro Cebrian junto con la Escuela de MusicaEduca de la capital del país. Esta última toma el nombre del sistema pedagógico por el que se apuesta desde el centro dirigido por Cristina García de la Torre y cuyo propósito es despertar en los más pequeños el interés por la música, así como descubrirla y disfrutarla desde edades muy tempranas. En este contexto, los más pequeños fueron los protagonistas de un fin de semana irrepetible, ya que la gala fue solo el colofón a un calendario repleto de actividades, concentrado entre el sábado y la jornada de ayer.

“El sábado fue un día redondo, con conciertos, talleres y ensayos en la capilla de San Juan de Dios”, explica García de la Torre. Las actuaciones fueron tres, la primera de ellas del grupo de flauta Flautesta y luego otro de clarinetes y uno de guitarras. Asímismo se prepararon dos actividades dídácticas, entre el concierto y el taller, para niños de dos a siete años, llamados Buscando las notas y La melodía más bonita del mundo. Estos estuvieron abiertos a todos, y se celebraron en la capilla de San Juan de Dios y en el claustro de este. “Dejó un gran sabor de boca. Hubo una afluencia, entre alumnos, padres y visitantes de unas quinientas cincuenta personas entre todas estas actividades. Un balance excelente”, comenta la directoria del conservatorio.

El colofón llegó con la actividad central de este tercer encuentro nacional. Diecisiete escuelas de la red Musicaeduca participaron en la gala benéfica a favor de la ONG Quesada Solidaria. Hubo orquestas, —otras con coro—, un número introducido por la orquesta Cemmec del “Maestro Cebrián”, y actuaciones de la Escolanía de la Catedral de Jaén, además de la cantaora Vicky Romero, el guitarrista Juan Moreno y el percusionista Álvaro García: “Todos estuvieron excelentes, a primer nivel, y totalmente altruistas”. Y es que los más de ochocientas cuarenta personas que hubo en el anfiteatro disfrutaron de lo lindo en esta gala. Luego se presentó La suite de los sonidos de Juan Antonio Simarro y se puso el broche con la obra de la orquesta sinfónica Musicaeduca dirigida por García de la Torre El orobroy, de David Dorantes, y Volando voy, de Camarón, con más de doscientos cincuenta alumnos. Algo irrepetible.