Mármol de calidad en las tablas cazorleñas

La compañía El Vodevil hace pensar en el Festival Internacional de Teatro con una obra de plena actualidad sobre las relaciones

05 nov 2017 / 11:33 H.

Cazorla, que en sí misma es un gran escenario para la representación que cada día repite la naturaleza en su estado más puro, tiene también ante las tablas de La Merced uno de sus puntos de reunión más recomendables para quienes buscan maravillarse con propuestas nada paisajísticas pero que ofrecen, eso sí, garantías de calidad. El Festival Internacional de Teatro se cuenta entre sus citas de mayor calado, si se atiende al nivel que ofrecen sus carteles. Para muestra un botón, el que llevó la compañía El Vodevil hasta el espacio escénico cazorleño, repleto para asistir a “una de las representaciones más ambiciosas del programa” —en palabras del director del FIT, Mario Olivares, y con todo lo que una buena obra ha de tener para convencer al patio de butacas y, al mismo tiempo, poner de acuerdo a la crítica.

Una obra firmada por la dublinesa Marina Carr —entre las autoras actuales más celebradas—; la dirección de Antonio C. Guijosa, que acumula elogios allá por donde pasan sus trabajos, y un elenco artístico que une a su atractivo mediático una contrastada trayectoria interpretativa, con los televisivos Susana Hernández, Elena González y Pepe Viyuela —en un registro completamente apartado del cliché humorístico que precede al actor—, además de José Luis Alcobendas —todo un derroche de dominio escénico— para ponerle en bandeja al espectador una historia de relaciones de pareja de plena actualidad hoy día, la de Art y Ben, arquetipos del triunfador, exitosos en sus trabajos, padres de familia y de holgada situación económica, todo un repertorio de bondades que, sin embargo, tiene su punto de inflexión. El hilo argumental se sostiene en un sueño, el que tiene Ar con Catherine, la mujer de Ben, con quien mantiene relaciones oníricas en una habitación cubierta de mármol. Un sueño que, esa misma noche, protagoniza el descanso de la esposa Ben. Sueños que se repiten a lo largo de los días y que, finalmente, desembocan en tensiones dentro de la relación de amistad que une a ambas parejas y en la potencia de los instintos que se apodera de los personajes.

Las próximas citas teatrales en Cazorla, de aquí hasta diciembre, traerán, entre otros, a grandes de la escena española como Kiti Mánver o José Sacristán, el gran intérprete madrileño que precisamente recibirá el XXI Premio Ciudad de Cazorla de Teatro.