Un trío de ases para acompañar la voz de los artistas
Derroche de talento en la gala celebrada en el teatro Alcalde Miguel Anguita
Diversidad de acentos, de giros lingüísticos poblaban el patio de butacas del teatro alcalde Miguel Anguita durante la Primera Semifinal de Oliva Talent. Era la variedad que ofrecían los vecinos de los municipios de origen de los cinco aspirantes a convertirse en finalistas del concurso. Bedmar, Ermita Nueva, Linares, Jaén y Valdepeñas tuvieron una nutrida y entusiasmada representación en la cita jiennense con el talento, y la “embajada” que se desplazó hasta la ciudad tosiriana aplaudió a rabiar a su “candidato” predilecto, como no podía ser de otra manera.
La noche prometía, y el arte no se hizo esperar y rebosó desde las tablas hasta la mismísima puerta del espacio escénico de Torredonjimeno, un gran marco acorde con el nivel de la cita. Alma Mesa, que fue la encargada de conducir el acontecimiento, repartió simpatía a manos llenas y dijo tanto con sus palabras como con sus silencios. Fue una perfecta conductora, que confesó sentirse “encantada” con la labor que se le había encomendado.
El escenario, pese a sus dimensiones, se convirtió en un rincón íntimo donde jurado, cantantes y el aliento de los aplausos del público encontraron hueco. Sobre él saludaron, nada más comenzar el acto, los cinco “valientes” que acudieron, llenos de esperanza e ilusión, a pronunciarse con el micrófono como mejor saben hacerlo: cantando. Tras recibir el primer aplauso, el alcalde de Torredonjimeno, Manuel Anguita, dio la bienvenida y comenzó la gran noche, que diría un grande de la música y de Jaén.
La presentadora dio a conocer al jurado e, inmediatamente, la primera voz de la noche se arrancó. Juan Ernesto Cuenca, “Meletao”, rompió el hielo con composiciones propias, llenas de ritmo y profundidad, que obtuvieron las ovaciones iniciales. A continuación le llegó el turno a Juan de Dios de la Torre, que se gustó sobre el escenario con sus ecos flamencos. Lola Jiménez continuó el elenco, y dejó claro que llegaba con ganas de llevarse el “aprobado” desde que pisó las tablas. Tras ella actuó Melody Lorca, sugerente y melódica, que arrancó grandes aplausos al respetable, y el epílogo lo puso Paco Martínez, con interpretaciones románticas que lo hicieron brillar. Una velada inolvidable, tanto para los concursantes como para los privilegiados que tuvieron la suerte de ovacionarlos.
j. c./ Luismi Peláez, profesor de canto y líder de Apache, preside un jurado que anoche sudó la gota gorda para tomar la difícil decisión de escoger finalistas y eliminar aspirantes. Con él, Juan Carlos Iglesias, agente de promoción artística, y Sole Candela, cantante. En la cita tosiriana se sentaron también a la mesa Juan Ortega, teniente de alcalde de Torredonjimeno, en representación de su Ayuntamiento, y el periodista Rafael Abolafia, por parte de Diario JAÉN. Ana Gómez, secretaria de Dirección del periódico, actuó como secretaria.
J. C./ La Primera Semifinal de Olivavoz Talent contó con un trío de músicos de auténtico nivel para acompañar a aquellos artistas que así lo desearan. Fernando Galindo, al piano; Juan Carlos Muelas, encargado de la percusión, y Luis Gámez, al bajo, pusieron la más perfecta compañía a los cinco aspirantes, que al finalizar la cita tosiriana agradecieron a los tres su participación en el concierto y la calidad derrochada sobre el escenario del teatro Alcalde Miguel Anguita.
La conocida cantante jiennense Alma Mesa brilló, también, con luz propia. La intérprete de “soul”, que en la actualidad compagina la música con su labor profesional como locutora radiofónica, adelantó que, en estos momentos, trabaja en la creación de un nuevo conjunto, en este caso especializado en sonidos de “blues”, Pale Blues, con el que aportará a su trayectoria un nuevo horizonte basado en un género que domina, conoce y admira al mismo tiempo. Su labor al frente de la Primera Semifinal celebrada en el teatro Alcalde Miguel Anguita de Torredonjimeno dejó claro que, como maestra de ceremonias, su experiencia sobre los escenarios y su soltura la convierten en toda una garantía a la hora de hacer de un acontecimiento como Oliva Talent una cita más grande.
La bedmarense convenció al jurado y entusiasmó al público con su seguridad sobre el escenario, el poderío de su garganta y una actuación de lo más sugestiva, que la encumbró a la lista de las finalistas del concurso.
El jiennense-valdepeñero levantó pasiones entre el patio de butacas con interpretaciones elegantes y sugerentes. Se sintió muy cómodo sobre las tablas y dotó sus interpretaciones de una personalidad incontestable.
El linarense Juan Ernesto Cuenca hizo un alarde de personalidad, desde sus canciones —de composición propia— hasta su forma de interpretar, que caló en el tribunal y le valió clasificarse en el concurso.