Las mujeres toman el poder en la cuna de Don Carnal

“Las ratillas buscan hueco” y lo han conseguido. Es una chirigota pionera en La Carolina, por ser cien por cien femenina. “Es la primera vez que salen y lo hacen pisando fuerte, con mucha ilusión y con éxito”, relata Manoli Lorenzo, que este año no ha podido participar —pero sí su familia— y que es un gran apoyo y la seguidora número uno de una legión de fans con las que ya cuenta. Ser la primera agrupación carnavalera solo de mujeres en un municipio con tanta tradición cala y arranca los aplausos de sus convecinos. Tanto, que el Ayuntamiento las invita a participar, el próximo 5 de marzo, en el acto de conmemoración del Día de la Mujer en la comarca.

Comenzaron a ensayar en septiembre y su camino no fue precisamente fácil. Era complicado coincidir en los ensayos, ya que no todas viven en La Carolina, sino que algunas están fuera por estudios. El horario laboral también dificultó el proceso, pero, aun así, su participación en el Carnaval de 2016 es posible gracias el “esfuerzo y sacrificio”. Ahora, obtiene su recompensa, que es el calor de sus familiares, amigos y convecinos.

Las letras son obra de María Sena y Carolina Tarazaga, pero contaron con la ayuda de todas las chicas que integran la chirigota, así como de otras. A la guitarra, María Sena y Andrea Ming, mientras que el bombo es de Rocío Borras y la caja de Ana Miranda Santamaría. Entre las catorce componentes, algunas “novatas” y otras expertas en este mundo de las máscaras. Pero a todas las unen la pasión y el amor por Don Carnal.

En este segundo fin de semana de Carnaval, actuarán en las residencias de mayores y, después, harán gala de su fina ironía, siempre con la mujer por delante, en bares y en el entierro de la sardina. “Son valientes y la recompensa es que las han felicitado mucha gente”, relata Manoli Lorenzo, que se siente una más del grupo. Además de pisar fuerte, la flamante chirigota tiene asegurado el futuro, ya que la savia joven corre por sus venas. No solo la de sus componentes, sino la de las niñas de la familia, que se subieron al escenario del teatro y participaron en el pasacalles para respaldar a este grupo pionero.