La rosa de oro deslumbra

La mejor tribuna para disfrutar del mundo cofrade, en noviembre, no está en la Carrera de Bernabé Soriano, sino en una zona tan fuera de los itinerarios pasionistas como el recinto de Ifeja, donde el mediodía del sábado se convirtió en una suerte de “Domingo de Ramos” para aquellos a quienes esperar la llegada de la Semana Mayor se les hace muy larga y tratan de aliviarla como sea. Para ellos abrió sus puertas La Rosa de Oro, segunda edición de la feria de arte cofrade y exhibición de hermandades que, bajo tan pontificio título —que alude a una condecoración papal otorgada a grandes personalidades y advocaciones marianas—, muestra parte del patrimonio de las cofradías de la provincia, además de ofrecer, en una veintena de estands, productos relacionados con la Semana Santa disponibles para ser adquiridos.

Gastronomía típica, encajes, orfebrería, inciensos, medallas, el paso de palio de La Esperanza y las imágenes que acompañan a Jesús Despojado en su misterio cada Lunes Santo y un sinfín de artículos hacen de este II Salón de Arte Sacro un inmenso escaparate, delicadamente adornado con los objetos que cada hermandad exhibe, desde túnicas labradas siglos atrás hasta uniformes de bandas, instrumentos musicales, varas, gallardetes... Y música, otra de las protagonistas de la cita, con una larga lista de formaciones de la provincia y del resto de Andalucía que emocionan con sus ejecuciones a cuantos se acercan a Ferias Jaén. La Banda de Cornetas y Tambores de El Rescate de Torredonjimeno tuvo el honor de poner en el aire las primeras notas en La Rosa de Oro, con un repertorio de clásicos que gustó, y mucho.

La feria se cierra hoy con nuevas actuaciones, entre las que destacan la banda expiracionista jiennense, la sevillana de la Encarnación de San Benito y La Salud de Córdoba. Una cita pasionista de primer nivel que deslumbra al visitante y adelanta unos cuantos meses la llegada de la fiesta que anhela disfrutar cuanto antes el universo cofrade.