“La mirada de Bea” ahonda en la videncia y los santeros

Son muchos los andaluces que acuden al vidente o tarotista para preguntar sobre su futuro. La salud, el amor y el trabajo figuran como las consultas más reiteradas en estos foros. El programa de Canal Sur Televisión “75 minutos” se ocupó anoche de este asunto en su edición “Fe Ciega”.

Aunque la mayor parte de los pagos se hacen con dinero negro, algunos estudios señalan que, solo en España, se mueven unos 3.000 millones de euros al año con más de 100.000 personas dedicadas a estos trabajos. Pero, ¿son o no un fraude los que dicen leer el futuro? Mientras que muchos hacen caja, los pocos que se sienten engañados no se atreven a denunciar, por vergüenza. Lo confirma la Policía Nacional que, en los últimos tres años, solo ha recibido una denuncia por estos temas.

Como maestro yoruba se define Pepe Ávila, onubense de 56 años y experto en “trabajos”. “Aquí viene todo tipo de personas para que les ayude en todo tipo de cosas”, dijo en la habitación-consulta de su casa, rodeado de “sus dioses”. Bea Díaz le preguntó cuánto cobraba, aunque Ávila evitó responder.

Paco Ballesta conoció a un matrimonio muy peculiar. Ella es enfermera de formación que abrió una tienda de tarot y videncia hace tres años en Málaga. Su marido, es santero y el encargado de las ventas del establecimiento. En el negocio, repleto de brujas y pócimas para todo tipo de hechizos, el programa conoció a algunos clientes. En su tienda, las consultas rondan los treinta euros.

El reloj aún no marca las 12 de la mañana y Claudia baraja con mimo sus cartas del tarot francés. Suena el teléfono y, al otro lado, se escucha la voz entrecortada de una mujer. Claudia colabora en un programa semanal de radio en Alcalá la Real, en Jaén, desde hace 12 años. “Yo soy vidente, tarotista, curandera y asistente a domicilio”, le bromea Claudia a Rocío Vicente. Y es que cuando acaba el programa de radio recibe en su casa a muchas personas que buscan ayuda. Esta jiennense de adopción y francesa de cuna comenta que no tiene una tarifa, que la gente le lleva lo que cultiva a modo de agradecimiento.

En un piso en una zona indeterminada de Huelva pasa consulta Rocío. Se define como médium y cobra unos 20 euros. Rocío comenta que no le importa que no la crean, que ella sabe lo que ve, lo que siente y que no tiene que demostrar nada a nadie. En este mismo instante de la grabación, Rocío comienza a toser y le asegura a Bea Díaz que se le está agarrando la garganta porque “está viendo venir a un hombre que fuma”. El programa “75 minutos” también quiere saber si el cliente de un vidente podría reclamar, si no se cumple su futuro.