El flamenco no entiende de barreras, ni tampoco de formatos, es algo que lleva demostrando la revista de divulgación e investigación de este arte Candil durante mucho tiempo y que, una vez su número 162 se ha convertido en una realidad, aunque de momento solo en formato digital, sigue mostrando con interesantes reportajes y entrevistas que buscan abarcar una perspectiva global y que no solo se centra en este arte hoy día, sino que con sus reportajes recupera la esencia de antaño y cómo se vivía hace décadas.
El último número, que además del editorial cuenta con diez piezas, se habla de la figura de Luis de Soria Iribarne, Carmen Amaya, Paco Zambrano, Pastora o José Luis Buendía en un nuevo ejercicio de síntesis y divulgación que convierten las alrededor de 60 páginas de la publicación en un tesoro coleccionable para los amantes del flamenco en la provincia.
El repaso histórico en esta ocasión corre a cargo de Norberto Torres, que acerca al lector a un concertista que abrazó la música clásica y el flamenco como es Luis de Soria Iribarne a finales del siglo XIX. El músico, además de por su buen hacer, despertaba gran expectación entre el público por un instrumento de uso muy personal como es la guitarpa, que unía en uno las virtudes de la guitarra y el arpa. Gracias a esa particularidad, logró dar conciertos, tanto públicos como privados, en buena parte de Europa, varios países de América y el norte de África, logrando una carrera internacional.
La sección Aunque no quepa en el papel lleva la firma de Juan Antonio Ibáñez y el artículo lleva por nombre De aquella bibliografía flamenca (del siglo pasado).
Ana Pérez de Tudela Delgado firma un extenso artículo sobre musicología bajo el nombre de La música popular, el flamenco y los nacionalismos que aporta gran cantidad de información y deja patente las horas de investigación al respecto para su realización.
Carmen Amaya y Andalucía es el texto obra de Montse Madrilejos, donde se centra en la figura de esta bailaora catalana, definida por muchos como la más universal dentro del flamenco y diserta sobre su relación con la comunidad autónoma andaluza.
José Antonio González Alcantud firma una información titulada Los intelectuales y la internacionalización de lo jondo, mientras que María Isabel Rodríguez Palop aporta una interesante entrevista a Paco Zambrano, referente del flamenco en Extremadura.
Pastora y su influencia en el cante es la semblanza de este número, firmada por Manuel Martín Martín, cuyo título resume a la perfección el escrito. Eugenio Cobo rubrica Manolo Ríos: una inefable presencia, Guillermo Fernández Rojano hace lo propio con José Luis Buendía, generosidad y transgresión; y Alfonso Ibáñez, Flamenco y sentido, de Manuel Lorente, una crítica discográfica.
