“La gran embajadora de Jaén a través del cante”

El periodista Ignacio Frías ensalza a la cantaora en representación de la Redacción

29 ene 2016 / 10:38 H.

El periodista Ignacio Frías Abarca fue el encargado de dedicar unas palabras a Rosario López en representación de sus compañeros de Diario JAÉN. El veterano redactor recordó aspectos de la vida de la cantaora jiennense.

Esta fue su glosa íntegra: “Nacer en un teatro es un acontecimiento tan extraordinario que, seguramente, tiene que darse una especie de alineación interplanetaria con el pleno al 15. Pero cuando se nace en un teatro como el Cervantes de Jaén, ya se tienen muchas papeletas de la rifa de la vida para que, sin necesidad de que te lean las rayas de la mano, se presente prometedora.

Y tú, Rosario, no solo naciste en el Teatro Cervantes, sino que mamaste allí las esencias del espectáculo, del arte y del cante, que es una de las quintaesencias del arte más universal. Allí creciste en todos los aspectos de la mano de lo más granado del panorama artístico nacional, que cada temporada traía a Jaén sus éxitos nuevos y viejos. Ellos, entre bambalinas, fueron tus maestros en ese ‘parvulitos’ que te conduciría al flamenco. Unas influencias que pusieron las bases de tu forma de expresarte y cuyos ingredientes se forjaron en un crisol de estilos de cuya fusión surgió la cantaora Rosario López, brillando bien pronto como una estrella en el firmamento del cante.

Una ‘crème de la crème’ de maestros con la que creciste, como digo, como persona y como artista. Pero, claro está, no todo es flamenco en esta viña del Señor, ni en tus gustos iniciales.

Por el escenario del Cervantes discurrió lo más granado de la canción española, del bolero, de la zarzuela... Y tú, de buen grado, te hubieras metido en el baúl de la Piquer, de no haberte situado tu buena estrella en el momento y el lugar preciso: la Peña Flamenca de Jaén. Allí coincidieron un grupo de buenos amigos tuyos, como el desaparecido pintor Fausto Olivares, como Ángel García Cruz, Ramón Porras, Valenzuela ‘El Sastre Magdalenas’, Pepe Cruz, José Solís, Adriano Serrano, Pepe y Paco Olivares hermanos de Fausto, Rafael Villanueva, Rafael Valera Espinosa y muchos otros.

En ella, en la Peña Flamenca, de la mano de tu ex Ramón Porras te mostraste al mundo del cante jondo y, de paso, el mundo descubrió en ti a la gran cantaora que siempre has sido.

Luego llegaron los reconocimientos, porque no había más que escucharte una sola vez para quedarse prendado de tu voz y de ti. Eso es lo que tiene la universalidad del arte. Así lo vieron y lo entendieron Rafael Romero ‘El Gallina’ que te descubrió cuando te escuchó por primera vez en el Cine Lis Palace junto al Gitano de Andújar y a un casi ‘imberbe’ Enrique Morente. Una personalidad la tuya que, si bien se fraguó en la creatividad de la Niña de los Peines y la sabiduría de Rafael Romero, en ti se sintetizó lo mejor de ambas escuelas, y tu arte siempre fue singular, pleno de madurez artística, con mucho sentimiento flamenco. Así lo afirman los entendidos como el crítico flamenco Rafael Valera Espinosa. Tú recogiste el guante que te lanzó tu amigo ‘El Gallina’ para promocionar estilos como la serrana o caña. Pero tu repertorio es ancho, como el mar de olivos, y en él tuvieron acomodo las soleares, cantiñas, alegrías, bulerías, fandangos, granaínas, medias granaínas, siguiriyas, serranas, rondeñas, caña, polo, peteneras, tanguillos, nanas, saetas, alboreás, malagueñas, verdiales, bamberas, cantes mineros ... y los tientos. Esos tientos-tangos que otros grandes del cante, cuando te han oído entonarlos, te han dicho ‘¡chapó!’.

No solo te hiciste un hueco por derecho, sino que pronto ya fuiste imprescindible en los pregones flamencos de Navidad de la Peña, en antologías del cante y en innumerables festivales. Y si el flamenco es universal tú has sido la mejor de sus embajadoras, llevando siempre, a donde quiera que has ido, a Jaén por bandera.

Delibes titulaba ‘La sombra del ciprés es alargada’, pues la tuya llega mucho más lejos, hasta la mismísima cuna del Sol Naciente, donde, a lo largo de tu carrera, has estado varias veces (cinco) con espectáculos como ‘El amor brujo’. En una entrevista que te hice hace unos años, me contabas el gran cariño y amistad que te profesan los japoneses, a los que les encanta escucharte, por tu entrega y tu forma de interpretar el flamenco. Tú lo has contado en alguna ocasión. Tu entrega siempre ha sido tan total que tu madre decía que sufría al verte cantar ‘porque parecía que la vida se te iba por la boca’.

Esa es Rosario López. Esa eres tú, una mujer de bandera, cercana, sensible y una bellísima persona. Siempre has sido una bellísima persona. Hay quien te ha definido como simpática, nerviosa, extrovertida, locuaz, divertida, rebelde, despistada y cariñosa.

Calificativos todos ellos que definen a una mujer como persona y como artista, que hizo del flamenco su razón de ser. También eres una mujer de fuertes convicciones religiosas que tienen su máxima expresión en tu devoción por las dos grandes advocaciones de Jaén: La Virgen de la Capilla, de la que fuiste camarera, y Nuestro Padre Jesús al que le has dedicado innumerables saetas con las que has desgarrado las madrugadas del Viernes Santo desde el Cantón de Jesús o desde el balcón la Peña Flamenca. Sí, Rosario eres una cantaora tan completa que has dado prestigio y fama a este Jaén de tus entrañas.

A este Jaén, como decía el grandioso Miguel Hernández en su ‘Elegía a Ramón Sijé’, ‘con el que tanto querías’ y al que tanto has amado”.