La celda de San Juan de la Cruz en Úbeda

01 oct 2016 / 11:57 H.

La casa de espiritualidad de los carmelitas descalzos de Úbeda esconde una joya histórica cuya contemplación es más que recomendable. Convento de la orden allá por 1591, a él llegó San Juan de la Cruz, ya muy enfermo, para morir. Su celda, hoy, es un espacio intimísimo en el que muchos dicen oler a rosas nada más entrar en él, eco acaso de la exhalación que el místico derramó en su última hora, ya en olor de santidad. Se conserva en aquel lugar la mesa sobre la que fue amortajado su cuerpo muerto, y entre sus muros descansó en paz su cadáver, dentro de un sarcófago, hasta su posterior traslado a Segovia, un hecho tan trascendental en la época que mereció incluso figurar en un más que recomendable capítulo de “El Quijote”. Diario JAÉN muestra, este “Sábado de Poesía”, el lecho de muerte de Juan de Yepes en el primer templo que se erigió dedicado al santo de Fontiveros y, en verso, recuerda su figura y celebra contar entre su patrimonio más selecto con la estancia en la que los labios del patrón de los poetas pronunciaron su palabra postrera, antes de que la gloria literaria y eclesiástica lo elevara a altares y enciclopedias.