La banca española en 350 páginas

Manuel Medina derrocha experiencia en la presentación de su libro en Jaén

01 jun 2018 / 08:57 H.

Como el náufrago metódico que contase las olas que le bastan para morir, y las contase, y las volviese a contar para evitar errores, hasta la última, hasta aquella que tiene la estatura de un niño y le cubre y le besa la frente... Así he vivido yo, con una vaga prudencia de caballo de cartón en el baño, sabiendo que jamás me he equivocado en nada, solo en las cosas que yo más quería”. Con los últimos versos, rotundos, del poema Autobiografía, del granadino Luis Rosales, cerró su intervención el abogado villanovense Manuel Medina González en la Sala 75 Aniversario de Diario JAÉN. La cosa iba de libros, y el autor de Se vende banco por 1 euro abrochó la primera presentación de una obra suya en la capital de la provincia con palabras de afecto, con poesía honda pero sencilla, como fueron también sus palabras toda la tarde.

Una cita que fue mucho más que eso, la presentación de un libro: fue, en palabras del presidente de DIARIO JAÉN S. A., Eleuterio Muñoz, “un día grande” en el que el autor estuvo arropado por el presidente de la Diputación Provincial, Francisco Reyes, y el director del periódico, Juan Espejo. Eso sobre la tarima, porque en el “patio de butacas” tampoco le faltaron los suyos: su esposa, Amelia Cuadros, sus hijos Amelia, Antonio y José Manuel, hermanos y sobrinos llegados desde la patria chica de Medina, Villanueva del Arzobispo, y una legión de compañeros, admiradores y políticos que casi dejaron pequeña la sala, como si los “quinientos trabajadores” que forman también su “familia” estuvieran allí con él.

“Cada vez que Manolo me llama, es para algo bueno”, dijo Francisco Reyes, que elogió la “generosidad” del protagonista y su “acierto” para elegir día: “Una fecha magnífica, con la moción de censura en el Congreso”, apostilló, con ironía. Entre amigos, el abogado explicó, largamente, los contenidos del libro, que el director de Diario JAÉN calificó como “básico para neófitos del mundo financiero” y que “celebra los cuarenta años del despacho Medina Cuadros”, aclaró su autor: “Sus páginas son el resultado de ver muchos años de banca, la banca cercana, de mostrador, en la que empecé desde abajo”, expresó. Comparó Medina la crisis de 2008 con el crack del 29, cuyos orígenes emparentó, e ilustró sus aplaudidas intervenciones con retazos de su propia historia personal: “Soy más del campo que un olivo, no salí de él hasta que fui a la mili, al volver entré en la Policía, estudié, fui ordenanza temporero del Banco Central y, ascendiendo, llegué a la máxima categoría, jefe de primera A”. Una trayectoria que unió, en uno de los momentos más emotivos de la tarde, a su tierra: “Siento orgullo de ser de Jaén, nunca lo niego”. Emoción, poesía..., pero ningún pelo en la lengua, que criticó duramente prácticas como la concesión de preferentes y las hipotecas basuras, por parte de algunas entidades: “En vez de rescatar al país, se rescató al sistema financiero”, apostilló.

Sencillo y cercano —como reza el subtítulo de su último libro—, Manuel Medina iluminó ante su auditorio los recovecos del sector bancario. Tildó de “hoyo” la situación actual de España, pero en los oídos de quienes lo escuchaban solo medró un eco constructivo: “Siempre pienso en crear trabajo, en hacer feliz a la gente”, concluyó.

“Había que controlar como fuera”

La Ley 31/1985 de democratización de las cajas de ahorros fue, al parecer de Manuel Medina, la causante última de la crisis económica que azotó a España a partir del año 2008 y de la que, como manifestó, el país no saldrá del todo “hasta 2021”. Una legislación con la que terminó —señaló— con una normativa europea de 2016. La incorporación institucional a estas entidades, a su parecer, ejemplificó a la perfección el “desmadre” que se produjo en financieras como Bankia: “Había que controlarlo todo como fuera; no había más que ver cómo Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón, presidenta de la Comunidad de Madrid y alcalde de la capital de España, se peleaban a ver quién vencía a quién en Cajamadrid”, aseguró. Celebró Medina González, también, el papel de las cajas rurales, entre las que resaltó a la jiennense, que puso como ejemplo: “Hubo quien procuró ponerle zancadillas, pero su labor, muy bien hecha, ahí está, en todos los pueblos de la provincia”.

“Confiar y no esperar demasiado”

“Lo importante no es lo que mi país puede hacer por mí, sino lo que yo puedo hacer por mi país”. El abogado villanovense apostó por la ilusión constante y la motivación como herramientas reconstructoras de la situación actual. “Mi consejo es confiar y no esperar recibir demasiado”, dijo. “El sol saldrá mañana, la aceituna vendrá impresionante”, celebró. Y es que el hilo conductor de las intervenciones del autor del libro presentado fue constructivo en todo momento, una invitación inexcusable al trabajo y a la esperanza. Esa sensación se vio incrementada por su presencia en su tierra de origen, como él mismo se encargó de destacar en varios momentos de la tarde: “Para mí no hay nada mejor que volver a mis raíces, de donde nunca me he ido del todo; eso sí, me marché de Jaén llorando, hace veinte años, y soy el hombre más feliz del mundo cuando vuelvo con Amelia, mi mujer, y salimos por ahí a tomarnos unas copas”, aseguró Manuel Medina.