José Tomás “reaparece” en Andújar tras un año sin torear

El torero realiza un tentadero en la ganadería iliturgitana de Los Rodeos

10 oct 2017 / 10:23 H.

José Tomás llevaba un año “desaparecido” de los ruedos. Después de una brevísima temporada en 2016 con contadas tardes —en México, Jerez, Alicante, Huelva, San Sebastián y Valladolid (en septiembre)—, no contrató un solo festejo más. Los aficionados que lo siguen sabían que su vuelta a las plazas tardaría, ya que no se le veía por ganadería alguna del campo bravo. Este año ha sido completamente sabático. La temporada acaba este fin de semana en Jaén y a José Tomás no se le ha visto en coso alguno. En cambio, vuelve al campo bravo. Hace unos días, el diestro de Galapagar reapareció en un tentadero en la ganadería iliturgitana de Los Rodeos, lo que seguro que servirá para alentar los rumores de su vuelta, ya que esta faena de campo suele servir como preparación antes de los compromisos en las plazas.

“Me has llamado y vas a hacer que se enfade conmigo”, decía Antonio Torres, ganadero de Los Rodeos ante la llamada de Diario JAÉN. “Ya sabéis que José Tomás le gusta llevar esto muy en secreto. Luego, me llama y no quiero que se moleste”, continuaba. “Para mí, que venga José Tomás a mi casa es un enorme orgullo. Me llena de felicidad. José Tomás es dios en el toreo y que venga dios a tu casa a visitarte representa una tremenda alegría”, dice el ganadero.

El diestro de Galapagar estuvo en un tentadero que contó con cuatro vacas, que sirvieron para que el ganadero continúe con las labores de selección de las que serán las madres de los toros bravos que se lidiarán en las plazas. “Llevamos en esto del ganado bravo tres días, por lo que estamos muy satisfechos con todo lo que hemos logrado. A José Tomás le gusta mucho la ganadería y nos anima para que sigamos trabajando”, explica Antonio Torres. De hecho, cuenta que ya ha lidiado dos toros de Los Rodeos a puerta cerrada dentro de su calendario de preparación de hace unos años antes de su vuelta a los ruedos. “Me encantaría que lidiara una corrida mía. Se trata de un sueño que tengo pendiente”, concluye. Antonio Torres cuenta con 140 vacas, que le sirven para lidiar entre seis y ocho festejos cada año. Hace unas temporadas vendió dos corridas de toros, aunque prefiere dar los pasos despacio para consolidar la ganadería. Por eso, la mayoría de sus animales se lidian como erales y utreros, lo que le vale para ver la evolución de los sementales y vacas de vientre.