En las puertas del cielo

Triunfo absoluto. Con la adrenalina —nunca mejor dicho— por las nubes, Villargordo vivió una inolvidable noche llena de rock, mucho rock. Lo hizo con el Auditorio Municipal “casi lleno” y de la mano del mítico grupo cordobés Medina Azahara, que llegó para presentar su decimonoveno álbum de estudio, Las puertas del cielo, en un concierto en el que no faltaron esos temas de toda la vida que los acompañan en sus más de treinta años sobre los escenarios.

29 jun 2015 / 09:39 H.

Poco antes de la media noche, y tras la actuación del grupo telonero Megascolia que firman músicos de Villargordo y Linares, aparecieron sobre el escenario los máximos representantes del rock andaluz. Entre los saltos y los gritos del público, el grupo, encabezado por la voz y miembro más veterano de esta banda señera, Manuel Martínez, arrancó con un buen y pegadizo “medley” en el que conjugó míticas y conocidas canciones como su Necesito Respirar, con otras nuevas, como Aprendimos a vivir, esta última de su nuevo disco Las Puertas del Cielo.
Y la noche continuó. Entre niños, jóvenes y mayores —hubo público de todas las edades—, Medina Azahara siguió su “show” —porque fue un auténtico espectáculo de luces, música y ritmo— con ese “Quisiera poder mirarte...” de Palabras de Libertad, otra de esas canciones que los cordobeses llevan en su repertorio desde que saliera a la luz en aquel año 1993. Entre esa gran pista de baile llena de gente y de móviles que inmortalizaban cada uno de los pasos que daba Medina Azahara sobre el escenario, Manuel Martínez cantaba “a capella” parte de esa canción Hay un lugar, de su álbum Árabe. ¿Y quién no ha escuchado alguna vez canciones como Niños o La tierra perdida? Temas archiconocidos para los que Medina Azahara pidió la colaboración del público. “¿Estáis bien? ¿Las gargantas bien, no? ¿Todo el mundo dispuesto a cantar?”, preguntó entonces el vocalista, que arrancó a cantar “a pleno pulmón” a chicos y chicas con la letra de su “tierra perdida”.
El emblemático grupo formado también por Paco Ventura, Manuel Ibáñez, Nacho Santiago y Juanjo Cobacho demostró tener cuerda para rato. Hubo tiempo para sumergirse en el túnel del tiempo y regresar una y otra vez desde sus temas más antiguos a los más actuales. El incombustible ritmo de la banda aterrizaba aún con más fuerza conforme avanzaba la noche. Con otro “temazo” como Somos Ángeles, canción pegadiza donde las haya, perteneciente a su último disco, que dio fe de que sus quince temas “recién” estrenados tienen más rock que nunca —algo de por sí difícil de superar—. Por estos y por los grandes éxitos de sus 35 años de trayectoria musical, Villargordo abrió “las puertas de cielo” para ese grupo que a día de hoy, sigue conquistando los corazones de viejas y nuevas generaciones, Medina Azahara.