Sin resignación ante la injusticia

Juan Goytisolo siempre ha afirmado no sentir especial emoción por los premios y así volvió a manifestar a su llegada al paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, donde recibió de manos del Rey Felipe VI, por primera vez como monarca en estos premios, la medalla que representa el máximo galardón de las letras hispánicas.

24 abr 2015 / 11:19 H.

No siente “emoción ninguna” por este galardón y, de hecho, reconoce que siente la aceptación del reconocimiento como “un golpe de espada en el agua, como una inútil celebración”, tal y como señaló durante su discurso, titulado “A la llana y sin rodeos”, unas palabras que resumen lo que ya había avanzado a la prensa días anteriores a esta ceremonia: pocas palabras y mucho contenido.

Por ello, esta ceremonia de entrega del Premio Cervantes será probablemente recordada como una de las más reivindicativas. No solo hizo referencia al “desalojo de los desahuciados”, a la “corrupción”, a las “crecientes desigualdades sociales” y al “exilio de los jóvenes”, sino que ha tenido un gesto de complicidad con el partido de Pablo Iglesias al final de sus palabras.  “Digamos bien alto que podemos. Los contaminados por nuestro primer escritor no nos resignamos a la injusticia”, concluyó contundentemente el escritor barcelonés, que afirmó que “a los lectores tocados por la gracia” de Cervantes les resulta “difícil” resignarse a la existencia de un mundo aquejado de injusticias y de un “panorama sombrío”.

La ceremonia comenzó al mediodía con el tradicional himno de España, tras el que la directora general de Política e Industrias Culturales y del Libro, María Teresa Lizaranzu, secretaria del Jurado, leyó el acta de concesión del Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes 2014. Posteriormente, el Rey Felipe VI entregó a Goytisolo la medalla y la escultura. Tras las palabras del galardonado, primero en pronunciar su discurso, fue el turno del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, que hizo referencia durante sus palabras al “tacitismo” de la generación de Goytisolo para hacer “decible” lo que “el poder arbitrariamente marcaba como indecible” y recalcó que la palabras “desgarradoras” de autores como Gil de Biedma y otros contemporáneos no se volverán a escribir: “En eso hemos ganado”.

El Rey Felipe VI continuó la ceremonia con un discurso en el que ensalzó la novelística “omnívora” de Goytisolo. “Pocos escritores pueden considerarse tan cervantinos”. Según señaló, la obra del galardonado “desborda las estructuras clásicas de la narrativa”. Además, el monarca aseguró que los vínculos entre Cervantes y el premiado “van más allá de la natural conexión entre el padre de la novela moderna y uno de sus principales representantes en castellano de las últimas décadas”. 

Como es tradición, el acto finalizó con la interpretación en directo del Gaudeamus Igitur y los Reyes y el premiado posaron ante los gráficos en uno de los patios del paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.  Se trata de la primera vez que los Reyes asisten a la ceremonia de entrega del máximo galardón de las letras hispánicas como monarcas, aunque no es la primera vez que acuden, ya que en 2011 y en 2013 presidieron el acto en sustitución de los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía.