Anfitriones de la mejor cocina

Anfitriones de lo mejor de la gastronomía andaluza. El corazón de Jaén, Canena y su castillo renacentista fueron, por unas horas, el escenario perfecto para el reconocimiento de los profesionales y críticos de la cocina a lo mejor de la profesión.

21 abr 2015 / 11:14 H.

La Academia Andaluza de Gastronomía y Turismo entregó sus premios anuales en el marco de su asamblea general, que celebran en dos jornadas en esta provincia. Los prestigiosos cocineros Dani García, y Ángel León, de Aponiente (Puerto de Santa María), así como las escuelas de hostelería donde se formaron, la Superior de Sevilla y la de La Cónsula, en Málaga, y Luisa Martínez y sus hijos Juan Luis, Pedro y Damián Salcedo, del Restaurante Juanito de Baeza fueron los reconocidos.

Ángel León, el chef del mar, uno de los cocineros más representativos y exitosos de la cocina actual andaluza, en su agradecimiento, quizá, puso el acento en una de las claves de que Jaén fuera, en esta ocasión, la mejor anfitriona para la asamblea de la Academia Andaluza de la Gastronomía: La unión entre sus cocineros. “Es admirable, me voy con la idea de intentarlo en Cádiz”. Estos cocineros ejemplares de los que hablaba son los responsables de restaurantes como Los Sentidos, Canela en Rama, Cantina La Estación y Casa Antonio. Ellos sumaron su saber y buen hacer, junto con compañeros y amigos de la profesión y grandes profesionales, como los de la Escuela d Hostelería Gambrinus para brindar el mejor broche de oro a la entrega de premios de la Academia.

“Jaén cuenta cada vez más en este mundo culinario”, dijo Francisco Vañó, que dio la bienvenida, como académico y anfitrión a los premios, junto con su hermana Rosa Vañó. Y grandes responsables son la familia Salcedo Martínez. Ellos son,  como dijo Vañó, ejemplo de la simbiosis de la cultura del aceite de oliva. O, como dijo el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, son la punta de lanza de la defensa del aceite de oliva. Juan Luis Salcedo subió con Luisa Martínez, su madre, en representación de sus hermanos, Damián y Pedro, para recoger el premio: “Más que para nosotros, después de 65 años, este premio es para la cocina del aceite de oliva, la que nuestros padres defendieron cuando no estaba de moda”. El restaurador malagueño Dani García quiso, igualmente, defender la unión en la profesión y como gran ejemplo puso a la Academia: “Hacía falta una institución como esta que hiciera unidad, siempre con el respeto entre compañeros dentro de la ambición individual”.

“Llevábamos mucho tiempo viniendo por Jaén para conocer la restauración por la que se trabaja en esta provincia y hemos comprobado que existe un nivel muy bueno, con productos excelentes. Jaén es una tierra muy rica gastronómicamente y, por esa razón, debíamos estar aquí. Nuestra misión es darla a conocer”, destacó el presidente de la Academia, Fernando Huidobro, a este periódico, antes de la entrega de los premios. Como mejores anfitriones, ya en la gala, ejercieron los propietarios del Castillo de Canena, Rosa Vañó y Francisco Vañó, también académicos. El presidente de la Diputación, Francisco Reyes, destacó que, para Jaén, acoger esta asamblea es “una oportunidad única” para dar a conocer lo mejor de esta tierra, “que es mucho y muy bueno, a través de uno de nuestros principales tesoros como es la gastronomía”. “Las escuelas en las que se formaron los dos cocineros premiados debían estar presentes en estos reconocimientos. Debemos mostrar nuestro apoyo a las centros de formación, que viven momentos difíciles de supervivencia, sin meternos en asuntos políticos, solo como reconocimiento a su importante labor”, destacó.