Ciudades “regadas” por el arte

Si las esculturas del creativo José Ríos son ya parte indisoluble del paisaje urbano de la capital y buena parte de la provincia de Jaén, sus murales sobre edificios se han convertido en todo un atractivo turístico y artístico, esta vez en el municipio malagueño de Estepona.

23 mar 2015 / 15:48 H.

Pasear por las calles de esta zona de la costa occidental permite al viandante disfrutar de una veintena de pinturas de grandes dimensiones, entre las que se encuentran varias del creador natural de Orcera. Concretamente, el jiennense es el encargado de incorporar, por primera vez, una obra que recubrirá al completo un inmueble. En esta ocasión, Fernández Ríos, autor, además, del mural vertical más grande de España —que puede verse también en Estepona— representa con estilo hiperrealista, a un jardinero que cuida una buganvilla que se extiende por las cuatro caras del inmueble.
El mural, que tendrá una superficie de trescientos metros cuadrados, busca el efecto visual de la confusión, ya que los viandantes pueden tener la impresión de que el jardinero es una persona real, precisó el artista orcereño. Además, las flores son protagonistas de este recién creado mural, ante su proximidad con el parque central. La obra, que comenzó a dibujarse con esmalte sintético hace dos semanas, se convierte en la tercera que estrene el artista y en la vigesimocuarta de una Ruta de Murales Artísticos de Estepona. Según la define el autor, es una creación en la que se juega con la perspectiva y con la integración de un elemento real y natural como es el árbol.
El orcereño sigue con su particular “conquista” de Estepona. No es la primera creación que realiza para la ciudad. El multidisciplinar Fernández Ríos ha elaborado con anterioridad otras dos obras, a través de una iniciativa cultural impulsada por el ente local malagueño, el Día de Pesca y Regando el jardín. La primera, con unas dimensiones de casi mil metros cuadrados, se convirtió en el mural vertical más grande de España. La pintura ocupa seis fachadas de un conjunto de edificios con más de un centenar de viviendas y, en su elaboración, el artista utilizó la técnica del “trampantojo”, para jugar con las distintas perspectivas y recrear una secuencia en la que el pescador lanza una caña y atrapa una pieza. La obra supuso un trabajo de tres semanas y fue elaborada con pintura acrílica de exteriores y esmalte. Logró tener una gran repercusión mediática, por ser el mural más grande de España. El muralista indicó entonces que “no es usual en España este tipo de intervenciones artísticas en inmuebles habitados” y “tampoco que se acometan, al mismo tiempo, en varios bloques”. Una creación que continuó con “la niña regando”. Esta vez volvió a regar con su arte las calles de Estepona con una obra singular por integrarse con el espacio urbano. “Con este juego visual se pretende simbolizar el deseo de que las generaciones futuras aprendan a respetar y cuidar la naturaleza”, expresó el pintor y escultor de Jaén.
Tres creaciones que se incluyen dentro de la ruta de murales de Estepona que el Ayuntamiento puso en marcha en septiembre de 2012, para convertir fachadas de edificios en lienzos de gran formato. Concretamente, el último mural del jiennense sitúa al municipio malagueño junto a otras ciudades europeas a la vanguardia por sus intervenciones artísticas en espacios al aire libre. Parte de ese arte nació en Jaén.