El repaso a todo lo que pasa en “Radio Patio”

“Este Carnaval es la leche” lo llamaron y la propuesta era que, como entrada, el público debía llevar un litro de leche. Contaron con la colaboración de otras dos formaciones de la capital, la chirigota de El Pitufo y el Chiricoro del Goya. “Fue muy bien y conseguimos más de cien litros para las familias más necesitadas de algunos barrios de Jaén”, reconoce Rocío Delgado, directora de la Chirigota de la Merced, cargo en el que este año se ha estrenado. “Ya estamos pensando en organizar el año que viene la segunda edición”, asegura.  Y es que para estos carnavaleros, cuando uno termina, sin apenas tregua, ya empieza el del año siguiente. “Ya estamos dándole vueltas al tipo”, reconoce. Este era el cuarto año que salían como chirigota, una agrupación que nació en el año 2010 en el seno del grupo joven de la Asociación de Vecinos Unidos por la Merced, por aquel entonces, dirigidos por Jorge Quesada.
Cada año, pasan por el concurso de agrupaciones de la capital. “Cantar en el teatro es toda una experiencia que nos gusta vivir”, cuenta. Pero, realmente, el Carnaval que viven intensamente es el de la calle: “Hay menos nervios que durante el concurso y nos sentimos más cómodos. Si la gente se para a escucharte es porque le gusta lo que estás cantando, no porque está en la butaca esperando el orden de las actuaciones”. Con música de Gonzalo Reyes, que es su guitarra, cantan, en sus pasodobles, a las madres, a la dura lucha contra el cáncer o las tragedias que dejan tras de sí los accidentes de tráfico y también les sirven para criticar la actitud del Gobierno ante los deshaucios. En sus cuplés, la sonrisa la sacan con las “no-campanadas” de Canal Sur, las dietas milagro que no sirven para nada, las colas del paro o esas navidades tensas entre suegras y yernos. Este año eran “Radio Patio” y su tipo una simpáticas flores que comentan, de principio a fin, todo lo que pasa a su alrededor.
En su primer año, se estrenaron con “Se armó la gorda” y dieron vida a una peculiar boda; le siguió “Los piratas de Jaén” y se disfrazaron de vendedores del “top manta”. Hace un año fueron “Don Carnal”: “Cada uno llevábamos un tipo distinto, una forma de reivindicar que, vayas como vayas vestido, el sentimiento por el Carnaval es el mismo”.