Luz a la vida de mujeres únicas
Queremos contribuir no solo a visibilizar a algunas de tantas y tantas mujeres que han hecho historia, sino a invitar a la reflexión, a que sigamos haciéndonos preguntas y hallar respuestas sobre cuál ha sido y debería de ser el papel de las mujeres en la historia pasada y en la contemporánea.
Y para ello se ha utilizado el lenguaje con el que diariamente trabajamos, el de las artes plásticas, con la convicción de que es un magnífico instrumento para la reflexión”. Con estas palabras explica Teresa Ortega el proyecto Ellas hicieron y hacen historia, que nació en el Taller de Pintura de la Sede Sabetay de la Universidad Popular Municipal de Jaén, del que ella es monitora. Ahora, el resultado de este trabajo, firmado por sus alumnos, es la exposición homónima que se inaugura mañana en el Museo Provincial y se podrá ver durante todo el mes de febrero, como antesala de la conmemoración, un año más, del “Día Internacional de todas las Mujeres”.
Cerca de cuarenta mujeres —en algunos casos colectivos como las Madres de la Plaza de Mayo o las mujeres artistas plásticas en la historia—forman este singular reconocimiento. Entre ellas, por ejemplo, están Clara Campoamor, abogada y política madrileña, diputada en la II República y una de las principales precursoras del feminismo en España; Hellen Keller, autora, activista y oradora estadounidense sorda y ciega; a escritoria Gloria Fuertes; la diseñadora Coco Chanel; la maestra Carmen Murillo; la cineasta Pilar Miró; la cantante Edith Piaf y la joven activista Malala Yousafzai, entre otras.
“Es curioso cómo la Historia, que ha sido realizada tanto por hombres como por mujeres, le ha sido negada a estas y, además, ocultada su participación. Las actitudes discriminatorias contra las mujeres y sus producciones de trabajo, tanto en las artes plásticas, en la literatura, en la música, en la poesía, en la ciencia, en la arquitectura, en la medicina, en la política, en el deporte, en el periodismo, en el cine, en el ámbito social… han hecho que tuvieran que adoptar estrategias como las de ocultarse tras un nombre de varón o la de limitar su actividad al ámbito privado. Y aunque en muchos casos la sociedad de su tiempo les reconoció su trabajo, los prejuicios existentes de la época que les tocó vivir y la de los siglos o décadas posteriores las relegaron al silencio”, destaca la licenciada en Bellas Artes. “Para mostrar esta reflexión y reconocimiento, el alumnado ha hecho un trabajo de investigación sobre cada una de las mujeres que libremente han elegido, y después de interiorizar su vida y obra han realizado un trabajo plástico en clase”, detalla. Y, durante el proceso de creación, prosigue, hubo un intercambio de ideas que lo ha enriquecido. “Nos ha ayudado a conocer mejor la historia, la vida de todas estas mujeres, nos ha abierto la mente a las diferentes formas de hacer y expresar el arte, y nos ha hecho trabajar con ilusión y motivación”, concluye.