Así de bien comía El Greco

Andújar ha estado y está muy presente en los actos culturales con motivo del IV Centenario de la muerte de El Greco. El cuadro La Oración en el Huerto de los Olivos, obra custodiada en Santa María, estuvo presente en la exposición de El Prado, El Greco y la Modernidad. Asimismo, se organizó un ciclo de conferencias y música en donde la obra y la vida del pintor cretense estuvieron muy presentes, así como el marco arquitectónico que guarda la obra.

16 dic 2014 / 12:14 H.

 

Como colofón, el gremio de hostelería de la ciudad iliturgitana organiza “La cocina en los tiempos del Greco”, en colaboración con la Concejalía de Desarrollo Local del Ayuntamiento de Andújar y el asesoramiento de la Asociación Gastronómica “Epicúreos”. Una iniciativa que se celebra durante todo este mes de diciembre.

Es una sugerente forma de acercarse a los tiempos del Greco, de finales del siglo XVI y principio de XVII. De esta época, se conservan tres libros de cocina: El Libro de los Guisados, de Ruperto de Nola, de 1525; El Libro del Arte de la Cocina, de Diego Granado, de 1599, y El Arte de la cocina, bizcochería y conservería, de Francisco Martínez Motiño, de 1611. También aporta muchas pistas sobre la gastronomía de la época La Cocina del Quijote, de Lorenzo Díaz.

Catorce restaurantes, bares y casas de comidas se han sumado a esta suculenta iniciativa, como son Casa Miguel, El Mercao, Logasasanti, Asas, El Soto, Ortega, Botijo, Cayetano, La Cadena, Eloy, La Judería, Rincón del Tapeo y Los Pincelines. Entre todos, suman cincuenta platos sacados de estos recetarios, como son las tortas de chicharrones, perdiz escabechada, torta de manteca, galianos o gazpacho de pastor, caldereta, venado estofado, potaje serrano, estofado de judías con perdiz, atascaburras o ajo mortero, patatas con hongos o níscalos, queso frito con torreznos y duelos y quebrantos, entre otros, además de algunos postres.

Tal vez este último plato sea el que más literatura tiene por salir en El Quijote, en un entremés de Calderón y en Lope de Vega. En duelos y quebrantos, según Juan Eslava (Tumbaollas y Hambrientos, Plaza y Janés, 1999), hay que pensar en los menudillos y grosuras de la matanza los integrantes de este plato. También este enigmático plato, como describe Eslava Galán, “podría aludir a la antigua costumbre de La Mancha y de otras regiones pastoriles de España donde se acecinaba la carne de las ovejas que se lesionaban y había que sacrificar”. El plato en sí es un revuelto de huevo, tocino entreverado, jamón, sesos de cordero, manteca de cerdo, salpimentado a gusto del consumidor. O el “Ajo Mortero” o “Atascaburras”, a base de patata, bacalao ajo, aceite y huevo, al que “Los Pincelines” ha añadido trozo de nuez.