Una noche para cantar al amor y a las mujeres más valientes

Era una noche para cantar al amor y aplaudir a las valientes y luchadoras. Nada más, y nada menos. Unas cuatrocientas personas decidieron hacerlo así en un viernes de diciembre cargado de espectáculos culturales en la ciudad; eligieron apoyar a Charanda y su esfuerzo por brindar a Ajicam, la Asociación Cáncer de Mama de Jaén, más medios para que continúen su impagable labor.

13 dic 2014 / 09:11 H.

Era el cuarto Festival del Bolero y la Canción Hispanoamericana, una apuesta segura por la emoción a flor de piel. Tan solo comenzar, ya consiguieron estremecer al público. Para explicarlo hay que retroceder a la razón por la que este festival estaba destinado a Ajicam: Un caso les había tocado muy de cerca. Era la mujer de Manuel Mula y, a ella, en representación de todas las demás, dedicaron esta velada. Subió al escenario, le regalaron flores y medio público, si no entero, con la lágrima fuera. Pero, como dijo José Raúl Peñas, después, la idea era que todo el mundo saliera lleno de felicidad del Salón Guadalquivir. Ellos, así lo procuraron, con casi una hora de música. Boleros, villancicos de Bolivia y Argentina y canción cubana, con títulos como El camisón de Pepa o María Cristina. El público bien lo supo apreciar y los acompañó con las palmas, los coros y los ovacionó.  
Llegó el momento de los invitados de la noche: Francisco y Los Panchos. El valenciano llegó y esos “duendes” que siempre son traviesos en el directo, lo dejaron sin micro. Salvó el contratiempo e hizo su Latino, canción con la que ganó el Festival de la Oti en 1981, a capela. Sacó su vozarrón y el público se lo agradeció. Arreglados los problemas técnicos, minutos después, volvió a salir y cantó una hermosa canción de Rafael de León. Así se fue del escenario de nuevo y dejó paso a Los Panchos, los maestros del bolero como los llamaron Charanda. Ellos, tan solo con un acorde despertaron  los aplausos del público. Son setenta años, muchos, los que llevan enamorando a varias  generaciones con sus boleros. Repasaron sus grandes himnos al amor, con Gabi Vargas, último requinto de la formación original, como director. La malagueña, Alma corazón y vida, Sin tí, Sabor a mí, El Reloj, Perdón y La Perfidia fueron algunos de sus éxitos que regalaron al público. Tras este banquete de su buen hacer, Francisco volvió a salir. Y como mejor fin de fiesta, ya todos juntos en el escenario, cerraron con el bolero por excelencia, Si tú me dices ven.