Lucía Marín y el Ballet de Moscú

Su amor por la música es tal que está convencida de que a través de ella puede cambiar el mundo. Ese sentimiento y maestría, junto con su formación le ha llevado a convertirse en una “brillante” directora de Orquesta en Estados Unidos. Lucía Marín es de Linares y desde que aterrizó al otro lado del Atlántico en 2009 ha cosechado multitud de éxitos.

24 nov 2014 / 10:31 H.

Actualmente es directora de la University of Kentucky Philharmonia y, por tercer año consecutivo, la joven linarense ha sido nombrada directora asistente de la University of Kentucky Symphony Orchestra & Ópera Teatre. “Para mí es un gran honor pertenecer a dichos colectivos, es una fuente de aprendizaje permanente y gran impulso a mi carrera”, expresa.

Gracias a ellos ha tenido la oportunidad de dirigir los títulos El fantasma de la Ópera, Suor Angelica, Los Miserables o las producciones Don Giovanni y Las bodas de Fígaro, de Mozart. Sin embargo, a estas direcciones, se suma una de especial importancia para ella. La artista acaba de dirigir, junto con la University of Kentucky Symphony Orchestra, el clásico cuento de hadas El Cascanueces, con música compuesta de Piotr Ilich Tchaikovsky, junto al célebre Ballet de Moscú, una prestigiosa formación con más de cien años de historia. El concierto se estrenó en el Southern Kentucky Performing Arts Center de la ciudad de Bowling Green (Estados Unidos) y estará de gira por todo el país americano. “Estar acompañando al célebre ‘Moscow Ballet’ es una experiencia irrepetible y un gran honor”, expresa la linarense.

No ha sido el único estreno reciente de la directora de orquesta. Lucía Marín acaba de poner sonido al musical “Sweeney Todd”, una obra de Sthephen Sodheim, basada en un legendario personal del Londres victoriano. “Tuve la oportunidad de dirigir esta obra, un gran musical con características propias de la ópera que me ha llenado de enorme satisfacción. La convivencia del director con un abanico tan grande de ‘oscuras’ emociones como comunica ‘Sweeney’ es una experiencia inolvidable”, apostilla la linarense, mientras indica que otra de sus mejores experiencias en este año ha sido su debut con la Orquesta de Córdoba, durante su noveno concierto de temporada. “Tengo muy buenos recuerdos del concierto, tanto por la calidad musical de esta orquesta, como por la acogida por parte de los músicos. Su experiencia a lo largo de su historia está más que probada y, una vez más, hicieron gala de ello”, apostilla.

La directora de orquesta señala que lo más importante para ser un buen músico es trasmitir sentimientos, conectar con el público. “Mi objetivo como directora de orquesta es conmover tanto a los músicos como al público a través de la música, para ello se necesita una completa formación musical y técnica, un gran oído y un enorme corazón. Los grandes músicos que marcan la diferencia son los que aman el arte y lo defienden con honestidad. Hacer música es un acto de alegría y generosidad y debe ser tratado así, pero sin perder el objetivo, el bien mayor, emocionar”, expresa.

Por el momento, no tiene pensado regresar a España continuará con sus proyectos en Estados Unidos. “No tenfo patria, pero si las oportunidades surgen en Estados Unidos, continuaré aquí”, concluye la linarense Lucía Marín que acaba de ser reconocida con el Premio Jaén Joven en la modalidad de Artes del Instituto Andaluz de la Juventud.