“Internet pone en peligro la existencia
de los medios”

Cebrián explica en La Económica cómo es el paso a la sociedad digital

20 ene 2018 / 11:33 H.

La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén se vistió de largo, tal y como indicó su director, Antonio Martín Mesa, para recibir a Juan Luis Cebrián, presidente y fundador de “El País”, que ofreció a todos los asistentes una conferencia titulada La posverdad. Con este acto, este periódico celebró ser el “diario oficial” de La Económica, entidad con vocación de servicio para la promoción de la cultura, la educación y de la vanguardia de la sociedad en cada momento.

Junto a ellos, en la mesa principal, estuvo también —en representación de este medio—, Eleuterio Muñoz, presidente de DIARIO JAÉN S. A., quien destacó: “Este encuentro no es baladí. Contar con Cebrián es señal de que Jaén no es una provincia desconocida. Su trayectoria se puede ver reflejada en su mensaje sobre el cambio que está viviendo la civilización. Diario JAÉN perteneció al grupo Prisa. Actualmente, lucha por un nuevo modelo de negocio. Aprendemos de nuestros errores. Nuestros aciertos son fruto del compromiso que tenemos con la sociedad, con los lectores y con el propio periódico. Sin información, la opinión pública está perdida y el populismo aumenta. En internet domina la falta de rigor y de fiabilidad. La prensa es la espina dorsal de la democracia. Con esta conferencia, atendemos a un gestor que nunca dejó de ser periodista y que sumó a sus negocios un nuevo modelo empresarial”. El director de La Económica, por su parte, aseguró que Cebrián es un referente de la transición democrática, y añadió: “Me acabo de enterar de que, además, es miembro de la Sociedad Maritiense de Amigos del País, todo un honor para esta casa”.

Tras un repaso exhaustivo por la trayectoria profesional de Cebrián, Muñoz cedió la palabra al fundador de “El País” que, puntualizó que, desde el pasado 1 de enero ya no es presidente de Prisa, pero sí del periódico y de su consejo editorial. En relación al título de su charla, apuntó: “La posverdad fue una palabra que el diccionario de Oxford añadió en 2013 y que no creo que caiga en desuso, porque hace referencia a cómo circula la información por las redes sociales”.

Juan Luis Cebrián hizo un balance del cambio tecnológico vivido en los últimos años y cómo afecta, cada día, a los medios de comunicación y a la opinión pública. Por ello, recordó su libro La red, escrito en colaboración con las investigaciones derivadas del Club de Roma, y destacó: “A veces lo reviso y me percato de que, al hablar de cómo internet cambió la vida social y política, parecía casi una premonición. Pero no lo era. Se preveía todo lo que iba a pasar, pero no lo creíamos y no tomamos las medidas necesarias”.

El presidente de “El País” comparó la figura del periodista como un servidor de la democracia, casi más importante que la política, ya que, según él, las noticias influyen en la opinión pública que luego lleva a los votos en las urnas. “Los periodistas somos intermediarios, gente que cuenta a la gente lo que le pasa a la gente. Ahora, es el pueblo el que cuenta lo que le pasa a través de las redes sociales. Un ejemplo de ello son aquellas personas atrapadas en las carreteras por la nieve hace unas semanas. Los medios de comunicación se limitaron a reproducir los mensajes que llevaban horas circulando por la red. Es un cambio tan grande como la invención de la imprenta, que permitió el acceso a las biblias y restó importancia a la figura del monje, que era quien interpretaba los textos sagrados. Este paso permitió la abundancia de libros y la extensión del comercio, pero también guerras sangrientas de religión. Todas las revoluciones generan víctimas y, en este caso, la víctima es la democracia representativa”, subrayó.

El periodista hizo especial hincapié en que la posverdad no es una mentira, sino una afirmación de una realidad que se convierte en verdad para aquellos que quieren creerla, y puso de ejemplo a Puigdemont al proclamarse presidente de la Generalitat. “Él lo piensa así y otros a su alrededor también. Ese es el efecto de la posverdad, que genera comunión entre los que creen lo mismo. Es una verdad emocional difícil de combatir porque se escapa fuera del mundo de la razón. Todo ello, unido a la evolución de la red, rompe algunos principios, como la intimidad, la propiedad intelectual, la privacidad y el rigor de muchas informaciones”, señaló.

El periodista no se olvidó de Twitter, una red social que cuenta, según él, con un 30% de mensajes generados por robots y que, a su vez, es una red social muy utilizada por el presidente americano Donald Trump. “Lo primero que hace por las mañanas es tuitear lo primero que le llega a las tripas. A partir de ahí, millones de personas ven cómo se genera la agenda política. Pero esto lo hace todo el mundo y, al final, se genera una endogamia formidable”.

La crisis en los periódicos fue otro de los asustos que trató con interés. “La prensa escrita se ve afectada. Entre doce y catorce mil periodistas perdieron su empleo en los últimos diez años, tiempo en el que la publicidad descendió un 60%. Estamos ante el paso del mundo industrial a la sociedad digital. ‘El País’ imprime en las rotativas del ‘ABC’. Es una reconversión. Debemos luchar contra la posverdad. Si desaparece la democracia representativa también desaparecerá la democracia en su conjunto. Los periodistas deberán entenderlo para explicárselo a los ciudadanos”, dijo. Cebrián también explicó que Felipe González no se sentía representado por ningún partido y destacó que existe un problema de liderazgo.

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Los medios tienen mucha responsabilidad, aunque tampoco se puede generalizar. La prensa nunca fue el cuarto poder. En todo caso, fue el cuarto estamento en la Revolución Francesa. Sí que es cierto que fue muy poderosa, pero eso se ha perdido. Existen muchos medios de comunicación que no son privados, pero aún hay prensa libre en un mundo capitalista.

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Los términos ingleses no son algo nuevo. Vienen desde el siglo XIX. Ejemplo de ello es la palabra “fútbol”. Llegan por la invasión por el deporte, la economía y la publicidad. La Real Academia Española trata de castellanizarlos, pero hay casos que son más complicados, como el término “software”. Por eso se usa la cursiva. Ya fracasó nuestro intento
de españolizar “whisky”.

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La posverdad no es un fenómeno español, sino de alcance mundial. Tiene que ver más con el cambio que se está viviendo en la civilización que con la propia educación. Al final, tristemente, triunfan quienes se creen sus propias mentiras. Las redes invaden la vida de los ciudadanos. Eso es algo que vemos cada día y, precisamente, a través de los medios.

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“El País” nació como un periódico liberal y republicano. Franco le dio al Rey todos sus poderes y él los entregó para que existiera la democracia y todos pudiéramos disfrutar de ella. Siempre decíamos que preferíamos una monarquía con Juan Carlos que una república con Aznar. Está demostrado que los países europeos con monarquía
son más democráticos.

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Eso espero. Está claro que el mundo vive mejor que hace cien años. Eso sí, ahora somos más que entonces. Tenemos que ser conscientes que el 40% de la población mundial se rige bajo los gobiernos de India y China. Debemos ser optimistas. La globalización está ahí, junto a una Europa algo más envejecida que necesita darse cuenta de lo que está pasando.

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La redacción de “El País” cuenta con pantallas que muestran, a tiempo real, cuánta gente entra a la página web, qué noticias leen y cuánto tiempo permanecen en ellas. Si pasan más de dos minutos dentro sabemos que no solo se ha quedado en el titular. Pedro Sánchez nos acusó de que lo había echado como Secretario General por un editorial. No creo que tengamos tanto poder.