Fotografías de alma solidaria para las personas sin techo

Cuando a Manuel Ordóñez Gómez lo llaman para contribuir con el fruto de su trabajo, la fotografía, para una causa solidaria, suele acudir con entusiasmo. Un ejemplo de ello es la exposición que se inauguró ayer en la sala del Colegio de Arquitectos de Jaén y que puede visitarse hasta el 15 de febrero. Todas las fotografías están a la venta y la recaudación se destinará a Cáritas Interparroquial de Jaén para la adquisición del equipamiento necesario para que personas sin hogar puedan tener una cama en la que dormir y un lugar donde asearse, especialmente en los fríos días de invierno. “La idea de esta exposición es que las personas sin hogar que acuden al centro de día de Santa Clara tengan una opción por la noche para poder dormir y asearse, y no estar en la calle con un cartón pasando frío”, comenta el autor de las fotografías.

Manuel Ordóñez es cordobés, mantiene una relación entrañable con Jaén, ya que, durante unos años, fue profesor de fotografía en la Escuela de Arte “José Nogué” y fueron muchos los alumnos que aprendieron con él.

La exposición es una selección de fotografías en torno a cinco temáticas diferentes. “La novedad de esta muestra es que cuando alguien compra una fotografía, se la lleva en el momento, junto con la certificación oficial de que dona ese dinero a Cáritas”. Y añade: “Una vez retira la fotografía, en el lugar que ocupaba aparece un código QR. El objetivo es que el hueco que deja esa foto, cualquier persona que lo desee puede verla con un enlace web. Lo idóneo es que se quedara toda la sala de exposiciones vacía de obras físicas. Sería señal de que el público ha respondido a la llamada solidaria”.

El abanico temático es amplio ya que hay fotografías de retratos, edificios, texturas, color, objetos diversos... “He querido que fuese una exposición variada para que cubra un amplio abanico de gustos y llegue con más capilaridad a todo el público que se pueda interesar, según sus gustos”, precisa Manuel Ordóñez Gómez. Todas las fotografías están firmadas por su autor “y solo hay una única copia que corresponde a la venta de esa foto”.