El romántico y añejo aroma al perderse entre CD y vinilos

La Feria del Disco trae obras de todos los géneros y de distintas épocas

20 feb 2017 / 10:37 H.

Paco Luis Prieto muestra, satisfecho, la carátula del CD Encomium, un disco tributo realizado por varios artistas y dedicado a Led Zeppelin, que define como “una rareza”: “Es muy difícil de encontrar”, asegura el linarense, un “habitual” de la Feria del Disco organizada por el empresario Antonio Mendoza, en el Hotel Infanta Cristina, donde muchos jiennenses acudieron a encontrar discos y vinilos de cualquier género musical y época, así como para vender otros al propio Mendoza.

Más de doscientos jiennenses entraron por los pasillos del edificio hasta la sala que albergó una cantidad innumerable de discos y vinilos. “Son más de veinte años los que llevo con la feria”, asegura Mendoza. Clasificados por época y géneros, la recomendación es zambullirse entre las cajas gastadas por el uso y el paso de los años e intentar contrar esa pequeñas joyas o “rarezas”, como definía Prieto que, además del disco homenaje a la formación del guitarrista Jimmy Page, adquirió “Nowhere”, de Rive, y “Superluv”, de Fernando Martínez de la Serna, bajo el seudónimo de Remate.

Y es que aquel amante romántico de la música, ese coleccionista de los de antaño, tuvo una cita imprescindible en esta feria itinerante. Así, al sumergirse entre los discos se pueden encontrar desde vinilos con el mejor “blues” de John Lee Hooker o Elmore James, hasta el jazz de Billy Ocean o más clásicos como obras de Dolly Parton, la Lambada de Paolo Salvatore, o el Love Touch de Rod Stewart, entre otras decenas de miles: “Te puedes encontrar álbumes de todas las épocas, desde los 50 hasta la actualidad”, explica Mendoza. El almeriense no se atreve a recomendar discos a los compradores, pues asevera que, cada uno, tiene sus propios gustos. Eso sí, reconoce que grupos como Pink Floyd o Queen están entre los más vendidos.

También frecuenta la feria —que aterriza en Jaén dos o tres veces al año— Francisco Mena, un ubetense que no duda en desplazarse a la capital del Santo Reino en busca de la mejor música: “Me parece una iniciativa estupenda, y más ahora, que se cierran tantas tiendas de música y que todo parece imperar en internet”, explica. Y es que, como la mayor parte de los asistentes al “Infanta Cristina”, en él se impone el aroma romántico de poseer las obras en propiedad.

Todos ellos, por lo tanto, abandonan “el mundo” durante un rato y se pierden entre discos y vinilos. La música como catalizador sensorial.