El primer verano para los diseños de Leandro Cano
El modisto de Ventas de Carrizal lanza su colección debut para el estío con modelos inspirados en Andalucía
Leandro Cano, el diseñador de Ventas de Carrizal, presenta, pocos meses después de lanzarse a la venta online, su nueva colección, Mi primer verano, la propuesta de su firma Luke para esta temporada 2016. Unos diseños, explica el creador, que están inspirados en “su Andalucía natal”, en esos patios y calles estrellas con fachadas blancas. Modelos pensados para el calor “arraigado” del mar de olivos en pleno estío, pero eso sí, repletos de romanticismo, tal y como reflejan los estampados florales tan característicos de sus modelos.
Tres colecciones en Madrid Fashion Week le han bastado para convertirse en uno de los diseñadores actuales con más renombre. Ahora, fuera de las pasarelas presenta una campaña que derrocha pura melancolía, una delicadeza a través de la cual traslada su propia visión de la moda femenina. Y lo hace con patrones trabajados minuciosamente para lograr una perfecta simbiosis entre simplicidad y técnica, que aúnan tradición y modernidad.
Patios andaluces y olor a parra que parecen resistir el fin de la primavera, abriendo un paréntesis al áspero y, sobre todo, un verano andaluz que Cano ha plasmado de manera magistral. Porque el diseñador, afirma, se ha servido de diseños singulares para crear prendas con volúmenes, que lejos de convertirse en símbolo de agresividad alguna se han convertido en delicadas con ese verde olivar. “Nos hemos fijado mucho en los patios interiores del sur donde pasamos nuestros veranos. Es algo más bucólico, más seco y más nuestro”, confiesa Leandro Cano.
Así, esa mirada al pasado se une al destello de moda actual y renovada que plasman los tejidos de cuero, algodón, el crepe, el organdil y lino que se han convertido en un “must-have” para el propio diseñador. Pero si hay algo relevante en su Primer Verano es el uso de tonos pasteles, que acentúan el sentimiento nostálgico que se desprende la colección iluminado en “un verano de agua que brota y da vida, de geranios, petunias, claveles y lunares”, define Leandro Cano.