El microcosmos del olivar en un pequeño cuadro

Manuel Kayser muestra su Estacas de olivo... en Espacio la Rural de Jaén

23 ene 2019 / 12:29 H.

No sé cómo sería el tarro de las esencias, pero todo buen perfume que se precie se exhibe en formato pequeño. El cuadro Estacas de olivo en primavera, de Manuel Kayser es pequeño, casi diminuto, 24 x 34 centímetros, y como diría Paul Eluard con su teoría de macrocosmos y microcosmos, “hay muchos mundos, pero todos están en este”.

El pequeño paisaje de olivar de Manuel Kayser no solo condensa su maestría y sobrado dominio de las técnicas pictóricas, en este caso de la cera, sino que es una ventana a un universo íntimo y personal, lo exterior y lo interior. Esta pequeña gran obra puede contemplarse estos días en el Espacio la Rural, un rincón para el arte que la Fundación Caja Rural Jaén tiene en la oficina de Paseo de la Estación, 3, antigua sede central de la Caja Rural.

“Esta obra forma parte de una colección que vengo realizando desde hace unos años. Está pintada en la finca familiar El Gurullón, en una parte de la Campiña. Allí es donde trabajo y donde contemplo la naturaleza”, precisa el artista. Estacas de olivo en primavera lo pintó en 2011, con la técnica de la cera sobre papel. Un procedimiento que, según Manuel Kayser, le empezó a interesar en 1972 “y aún hoy me sigue interesando por su enorme capacidad de expresión”, apostilla el pintor. Y ese gusto por la cera se percibe a primera vista en el cuadro.

Esta obra está pintada directamente del natural y como subraya Kayser, “surge de la contemplación meditada, interiorizada y cuya única voluntad es acercarme al tema con humilde sencillez y, asombrado por tanta armonía y belleza quiero solo dejar mi testimonio de paz”.

También aclara que aunque la obra parte de una realidad objetiva, no se nutre solo de la información que capta su mirada. “Mi vocación estética es encontrar ese misterio escondido que tanto deseamos e intuimos en lo más profundo de nuestro ser, realidad que me conduce a la abstracción y síntesis de las formas sin anular la figuración del paisaje”.

En la pintura de Manuel Kayser no hay engaño. Ni trampa ni cartón, salvo que el soporte lo requiera. Él lo aclara así: “Es una obra totalmente inspirada en la contemplación, en la observación y en la meditación, que son la base de mi manera de trabajar. No quiero que sea objetiva, sino un vehículo de meditación y de comunicación, que es lo que yo he pretendido a lo largo ya de muchos años”. Respecto al uso de la cera en esta colección se debe, sobre todo, explica Kayser, a una cuestión práctica: “Cuando empecé a trabajar la cera vi que tenía unas posibilidades muy grandes, tanto para recibir información sobre el trabajo de campo. Pero sobre todo porque es muy fácil de transportar el material y eso me permite tomar notas”.

Aclara el pintor que aunque la mayor parte del tiempo trabaja en el campo, su pintura no se centra solo en el paisaje, sino que también pinta bodegones y otros motivos.

EXPOSICIÓN. Adelanta que prepara una exposición, con una selección de sus obras, desde 1970, “y quiero llegar hasta 2020, para mostrar 50 años de trabajo”. En ella, dice, incluirá figuración, retrato, paisaje, bodegón... y diversas técnicas. Manuel Kayser destacó también la labor de mecenazgo del arte que realiza la Fundación Caja Rural Jaén.

El gerente de la misma, Luis Jesús García-Lomas Pousibet, recordó que la fundación tiene una colección de arte basada, fundamentalmente, en el paisaje en el mundo rural. “En esta ocasión hemos considerado interesante que fuese un autor de Jaén y con esta obra hicimos una reproducción gráfica, a través de una serigrafía del autor, que fue el regalo de Navidad, con la belleza de estos campos de Jaén”. Luis Jesús García-Lomas destacó también que esta obra, Estacas de olivo en primavera, es la primera que se incorpora a la colección con la técnica de cera.