El exponente de la cocina tradicional está en Baeza

Fue el primer restaurante de Andalucía y de España que emprendió la aventura de organizar unas jornadas gastronómicas para mostrar a los jiennenses los manjares que se pueden degustar en las mesas de su restaurante. “Juanito” de Baeza, el máximo exponente de la cocina tradicional, inauguró ayer la edición número treinta y seis de algo convertido ya en todo un acontecimiento social. Ningún invitado faltó a una cita en la que, incluso, tres delegados territoriales de la Junta de Andalucía, recién salidos del “horno”, se estrenaron de la mejor manera: con una experiencia sensorial inolvidable.

El gran creador de una experiencia señalada en rojo en el calendario provincial, Juan Salcedo, estuvo muy presente en el comedor en el que se ganó a pulso el título de mejor anfitrión. Su mujer, Luisa Martínez, con ochenta y siete años recién cumplidos, hizo los honores rodeada de sus hijos, los tres varones que mantienen vivo el negocio con toques de vanguardia que adornan la tradición del buen comer. El chef Pedro Salcedo sorprendió a representantes políticos y de la sociedad civil con una cocina de siempre que, sin embargo, nunca deja de sorprender. Por este orden, cocido mareado y croquetas, salmorejo, alcachofas, patatas a lo pobre con lomo de orza, arroz con bacalao y coliflor, cabrito y, como guinda del pastel, un bizcocho de chocolate con crema de naranja para chuparse hasta el dedo del pie. Una auténtica obra de arte que invitar a no parar de repetir, pero no para verla, como si fuera un cuadro, que también, sino para saborearla.

Juan Luis Salcedo, con la soltura heredada de su padre, no paró de aconsejar a sus clientes, de “disparar” chascarrillos a diestro y siniestro y, cómo no, de hacer el rato, si cabe, más agradable a sus comensales. Y, por último, Damián Salcedo, encargado de llevar a los fogones el aceite de oliva virgen extra con el que se cocina en el Restaurante Juanito, no perdió detalle de una inauguración que resultó todo un acierto.

emoción. Luisa Martínez se mostró emocionada con una jornada tan especial para ella. Nunca le gustó salir de la cocina, pero su marido, convencido de que el secreto de sus éxitos no era más que ella, le pedía siempre que lo acompañara y, ayer, en honor de Juan Salcedo, lo volvió a hacer. “Me acuerdo mucho de él, pero estoy muy contenta de estar rodeada de mis hijos”, comentó. Continúa, al pie del cañón, cada día. Ella es la encargada de guisar para la familia y busca ratos libres en el día para pintar, hacer bolillos y comprar los mejores productos en la plaza de abastos de toda la vida. Única.