El cine mudo recupera su lugar entre los espectadores

La obra de Charles Chaplin no entiende de edad y enamora incluso a los no aficionados al cine antiguo. Así lo demostró la Academia de Música y Danza Antonio Soler con su proyecto de cinema-concierto, que consiste en la emisión de una película muda acompañada de instrumentos musicales en directo, en este caso un piano y un violín. El teatro Darymelia acogió el acto, enmarcado en el XVII Festival de Otoño.

Luces de ciudad fue la película escogida para la visualización. La interpretación del actor y director inglés, Chaplin, hizo las delicias de niños y adultos gracias a su humor que, a pesar del tiempo, no caduca. Sobre el escenario, Javier Sanchís López, al violín, y Juan Manuel Romero, al piano, dotaban de vida las imágenes en blanco y negro, y proporcionaban un toque de comienzos del siglo XX que encandiló a los asistentes. De esta forma se recuperó el papel de “figurante pictórico”, un imitador que reproducía los supuestos sonidos que se producían en pantalla y resaltaba o parodiaba, según correspondía, determinadas situaciones, como caídas o golpes.

Las risas de los niños no tardaron en surgir, por las sorprendentes e irreverentes aventuras a las que debe hacer frente el humilde e icónico protagonista, Charlot, a lo largo de la película. Los móviles y las tabletas quedaron aparcados para dar una oportunidad a una experiencia con música en directo y fotogramas de 1931 que enganchó al público.

argumento. Charlot, el personaje interpretado por Chaplin, es un pobre vagabundo sin hogar que conoce y se enamora de una florista ciega. Inician un romance y cuando él descubre que van a embargar la casa de la chica, prueba con diferentes trabajos.