Desde Jaén a Hollywood

Los Baños Árabes acogen una exposición fotográfica que recorre la vida y la obra del director Eduardo García Maroto

24 mar 2017 / 11:57 H.

Luis García Berlanga admitió que decidió dedicarse al cine gracias a las películas de García Maroto que vio en su juventud. Y es que este cineasta, nacido en Jaén en 1903, debutó, durante la II República, como director de La hija del penal, película con la que obtuvo gran éxito, aunque hoy en día se desconoce la existencia de alguna copia. “Recibió muy buena acogida del público y la crítica, ya que se llegó a decir de él, celebrándolo como joven promesa, que había refrescado la comedia española”. El investigador Miguel Olid recuerda así esta figura del séptimo arte, un cineasta jiennense que ahora vuelve a su “casa” gracias a una exposición que acoge el Centro Cultural Baños Árabes de Jaén. El diputado de Cultura y Deportes, Juan Ángel Pérez, inauguró esta muestra, de la que es comisario Olid, que se compone de cerca de medio centenar de fotografías. Esta realiza un recorrido por la vida y obra de este jiennense que fue director, actor, montador, productor y guionista de cine, considerado como uno de los pioneros del cine español en conocer las técnicas del cine sonoro y aplicarlas en España. Hasta el 23 de abril se podrá conocer un poco mejor su trayectoria: “Queríamos que estuviera aquí esta exposición que revaloriza la figura de este genial director que es muy conocido por Patton, pero hizo muchas otras películas y supo traer a España la modernidad que descubrió en rodajes en otros países —el cine sonoro en París— y también fue uno de los primeros profesionales españoles que saltó a Hollywood”, destacó Juan Ángel Pérez. La Diputación de Jaén organiza con el apoyo del Festival de Cine Español de Málaga esta exposición, que se centra fundamentalmente en la trayectoria cinematográfica de Eduardo García Maroto, aunque también refleja algunos ámbitos de su vida personal. Incluye desde imágenes de su infancia y con sus familiares, hasta de su trabajo como actor en películas de toda su carrera.

Sus inicios en el mundo del cine fueron como auxiliar de laboratorio en Madrid Films y como ayudante de cámara en algunos largometrajes de cine mudo, en los que participó también como actor. Trabajó con Luis Buñuel y con Miguel Mihura, con quien escribió el guion de sus primeros cortos por los que obtuvo gran éxito, lo que llevó a producir su primera película La hija del penal durante la II República. “A pesar de este éxito, fue un director al que la fortuna no le sonrió, porque, en medio de su éxito, estalló la Guerra Civil y el tipo de humor que él quería hacer —parodia o humor “bufo”, como lo llamó— se topaba con la censura”, destaca Miguel Olid. “Cuando su carrera como director entró en declive, se recicló como responsable de producción de las primeras grandes películas de Hollywood rodadas en España, como Salomón y la Reina de Saba, Spartacus y Patton, la primera en la que dos españoles obtuvieron el Oscar”, afirma. En 2005, el documental Memorias de un peliculero (así se definía él), de Luis Mamerto López Tapia y Javier Caballero, rescató la figura de este cineasta y Miguel Olid comenzó entonces una investigación que se ha traducido en la publicación de Eduardo García Maroto. Vida y obra de un cineasta español, editado por el Instituto de Estudios Giennenses, y esta exposición. García Maroto murió en 1989.