De Jaén a Hollywood, camino del “películero” García Maroto

Sevilla acoge la exposición fotografía de la trayectoria del cineasta jiennense

10 ene 2017 / 11:26 H.

García Maroto: de Jaén a Hollywood es la muestra fotográfica que servirá como antesala de los Premios Asecan del Cine Andaluz. Hoy se inaugura en Sevilla y permanecerá abierta hasta el 22 de enero en el Museo del Antiquarium. La Asociación de Escritores y Escritoras de Cine de Andalucía rinde, de esta forma, su especial homenaje al cineasta jiennense Eduardo García Maroto. Lo hace con esta muestra que refleja el trabajo de este pionero del cine, tanto en producciones nacionales como en los grandes rodajes de Hollywood producidos en España en los que participó.

Compuesta por 50 fotografías de gran formato, la exposición está producida por el Festival de Cine Español Málaga y se vio por primera vez en el Ateneo de Málaga. En mayo de 2016 se mostró en Madrid, en la sede de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Y ahora, comisariada por Miguel Olid, llega a Sevilla también con la colaboración de la Fundación SGAE y el Ayuntamiento de Sevilla, como antesala a la entrega de los Premios Asecan, el próximo 28 de enero.

La mayoría de las fotografías muestra la vinculación de García Maroto con el cine norteamericano, por lo que se le puede ver en compañía de algunos de los directores, productores y actores con los que trabajó, como Peter Lorre, Stanley Kramer o Jean Negulesco. Otras imágenes tienen un carácter más personal ya que en ellas se le puede ver de niño, con sus hermanos o con el uniforme de soldado. Finalmente, el tercer grupo de fotografías está formado por imágenes de algunas de las películas que rodó; son fotos de escenas o de rodajes, donde se le ve dirigiendo.

carrera. Eduardo García Maroto nació en Jaén el 14 de diciembre de 1903. Entró en contacto con el cine como auxiliar de laboratorio. Poco después fue ayudante de cámara en algunos largometrajes de cine mudo, en los que también intervino con pequeños papeles. Formó parte del equipo fundador de la productora C.E.A., una de las más destacadas de la época. Allí llegó a trabajar con Luis Buñuel y Miguel Mihura. Con este último escribió el guion de sus primeros cortos, Una de fieras, Una de miedo, Y ahora... ¡una de ladrones!, en los que parodiaba el cine de aventuras, el de terror y el policíaco. Tuvieron tal acogida de público y de crítica, que el más importante productor de la época, Vicente Casanova, de Cifesa, le llamó para proponerle producir una película, La hija del penal, con la que también logró un gran éxito.

Se encontraba en el mejor momento de su carrera y preparando su siguiente largometraje cuando estalló la Guerra Civil. Tras la contienda tuvo muchos problemas con la censura, así que emprendió una nueva etapa como director de producción de las grandes producciones del cine norteamericano rodadas en España desde los años 50. Su papel fue decisivo en Orgullo y pasión, Salomón y la reina de Saba y Patton, entre otras muchas. Fue muy importante su contribución para que los productores de Hollywood confiaran cada vez más en los profesionales españoles. Falleció en Madrid el 26 de noviembre de 1989.