Cazorla despide al arte callejero

El Festival Internacional de Teatro continúa con las sesiones en sala

15 oct 2018 / 11:56 H.

Cazorla dice adiós a tres días en los que las mejores compañías nacionales e internacionales llevaron el teatro a las calles y plazas del municipio en la vigésimo segunda edición del Festival Internacional de Teatro. Lopso Producciones inauguró la jornada del viernes con su espectáculo “Clásicos Excentricos”, en el que la compañía española especializada en clown y música clásica combinó ambas desde un punto de vista poco ususal, al interpretar las piezas con diferentes instrumentos como la bicicleta periférica, el serrucho tenor o el violín copodivarius con actitudes insólitas en el encorsetado mundo de los sonidos y ritmos más clásicos.

Un día de estreno el del viernes, en el que tampoco faltó el grupo de swing granadino O Sister!, que recreó la edad de oro del jazz vocal, la música popular de los años 20 y 30 en Norteamérica, en un concierto en directo celebrado en la Plaza de la Corredera.

De este emblemático espacio,el espectáculo se trasladó al Auditorio del Parque con el montaje “La vie en rose”, de Marc Gómez, que en todo momento, buscó la complicidad y sonrisa malvada de los espectadores ante lo que fue una perfecta historia de amor de una pareja que desciende hasta el más clamoroso de los fracasos.

Lejos de estos aires fatídicos, la jornada del sábado comenzó de la mano de Mario Comaneci, el acróbata que presentó “Ad limitum”, en la Plaza de Andalucía, en la que un músico poco habituado a la normalidad regaló escenas inusuales, épicas y estúpidas aliñadas con una buena dosis de adrenalina circense. Totalmente distinta a la propuesta de The Premitive, con “Three of a Kid”, donde tres señores de mediana edad trajeados tienen que entregar algo pero no recuerdan qué, a quién o dónde. Perdidos y confundidos se pasearon tropezando y bailando al unísono entre los numerosos asistentes que se congregaron a su alrededor.

Pero quizás unos de los momentos más increíbles que se vivieron el sábado en el municipio cazorleño, por la extraordinaria agilidad y destreza que demostraron los integrantes de Kolectiv Lapso Cirk fue “Ovvio”, un auténtico desafío al equilibrio en el instante perfecto donde confluyen las leyes de la gravedad y los deseos de seguir levitando por encima del suelo.

Los malcarados personajes de “Bar”, de la compañía Balusca, determinaron el preludio del final de un ciclo dedicado al teatro de calle, y que el grupo madrileño Eclaire clausuró ayer con los atractivos y originales sonidos de “Meow”, su primer disco de estudio.

El Festival, que comenzó el 6 de octubre y se alargará hasta el 6 de diciembre, se divide en tres grandes bloques: las actuaciones del teatro de calle, el de sala y el ciclo teatrino, dirigido a los niños.