Atardeceres en el “paraíso”

El jiennense Luis Delgado abre paso a su flauta electrónica en las Maldivas

02 mar 2017 / 11:54 H.

AEmiratos Árabes Unidos, Thailandia, Croacia, Rusia, Inglaterra, Suiza, India y Catar se une ahora Maldivas. A estas paradisíacas islas acaba de llevar la flauta jiennense más internacional, Luis Delgado, su espectáculo. Recién aterrizado, resume la experiencia como “increíble”. Durante cerca de un mes, en dos exclusivos escenarios, ha presentado su performance de flauta electrónica sobre base de deep house, una innovadora fusión en la que el joven músico es pionero.

“He llevado el mismo formato que a Doha. Se trataba de una residencia corta, ya que los promotores querían ver si este tipo de performance funcionaba y el éxito ha sido bastante notable”, destaca. En este tiempo, ha tocado en dos escenarios de la isla Reethi Rah: “Se trata de Beach Club, un hotel que ocupa toda la isla, de la cadena internacional de lujo “One & Only” y sesiones de “sunset” —puesta de sol—en Fanditha, que significa magia negra en el idioma de Maldivas”, explica. El adjetivo de “paradisíaco” que se suele unir al nombre de las Maldivas, reconoce, es la “mejor definición”. “El público es internacional, de muy alto nivel”, detalla. Desde familias reales y políticos, a actores y modelos: “He conocido australianos, belgas, indios, coreanos, rusos, ingleses y lo he disfrutado mucho. En estos lugares, los clientes buscan privacidad, por lo que no son muy concurridos, lo que me ofrecía la oportunidad de adaptar el formato, hacerlo de forma prácticamente personalizada”. Este espectáculo o “performance” suele organizarse en varios sets de entre 8 y 10 minutos en los que toca en directo la flauta sobre música electrónica, principalmente, deep house. Los responsables, como explica, le dieron mucha libertad para improvisar: “Desde el primer momento, vieron que funciona bien y me dieron cartablanca”. La base siempre es house y, en los solos de flauta, siempre deja colarse sus influencias de flamenco y música de raíces árabes, “todo lo que ha ido mamando”, como reconoce. Además de la flauta travesera, también utiliza la percusión —darbuka— y el saxo electrónico, que le permiten más posibilidades en la improvisación y las búsqueda de nuevos sonidos, como destaca este músico, componente también de Flamencubeando, Compás Romero y Tiahuanaco. “Nunca dos sesiones son iguales. Es una improvisación y depende de cómo yo me encuentre y cómo perciba al público”, destaca.

Recién llegado de Maldivas, las puertas para volver a estas islas está abierta. Pero, ¿cómo llegó hasta este rincón de Asia? “Realmente surge como casi todo, con las redes de internet. Trato de estar presente y moverme y me contactaron porque buscaban algo así de singular”, recuerda. Y en poco más de un mes puede viajar allí de vuelta: “Prácticamente seguro estaré para Semana Santa, durante unos quince días. Este primer contacto ha sido como una prueba para ambos escenarios”. Y, en verano, estará en Ibiza, como es habitual cada temporada.

Hace poco más de siete meses regresaba de su tercer viaje a Catar. Allí, en Doha, su propuesta llenó las noches de la reinauguración de un club de lujo. Fueron tres semanas con diez conciertos, la estancia más extensa de sus periplos internacionales hasta las Islas Maldivas. Mientras tanto, este joven talento, formado en Flauta Travesera en el Conservatorio Superior de Jaén y Batería en la Escuela Groove, acaba de terminar también sus estudios de Ingeniería Industrial y compatibiliza ambos mundos.