“Queríamos dejar nuestra vida en muy buenas manos”

antonio molinero percusión y cofundador de apache

20 abr 2018 / 19:28 H.

p. g. e.

—El 23 de abril se presenta Apache Forever. Una tribu con 4.000 conciertos. Han sido meses de trabajo que ahora ven la luz. ¿Cómo ha sido echar la vista atrás a estas más de cuatro décadas?

—Siempre he oído eso de que cuando uno se va a morir, pasan por delante de sus ojos los fotogramas de su vida... y, al sacar todas las fotos y recuerdos para el libro, me decía, ¿será que me estoy muriendo? (ríe). Son cuarenta años, que se dice rápido. Es mucho tiempo. Pero ha sido muy gratificante, porque es algo que yo tenía dentro y tenía que sacar. Mis compañeros dicen que tengo buena memoria y, cada vez que llegaba el momento de contar alguna anécdota, siempre nos planteábamos que esto había que dejarlo reflejado. Es la vida de seis chiquillos que éramos, que decidimos dejarlo todo por nuestra vocación y hoy, cuarenta años después, quizá ese haya sido el mayor éxito, conseguir vivir de ello. Eso había que narrarlo.

—¿Y cómo, de esa idea, se llega a tener todos estos recuerdos ya en papel?

—Yo quería ponerlo en muy buenas manos. Y otra vez mi querido Diario JAÉN me brindó la oportunidad. El día que se lo presenté a Juan Espejo y Eleuterio Muñoz, ellos los pusieron en las mejores manos, las de Manuela (Rosa). Ella estaba al principio nerviosa y, después, entusiasmada y esa es la fórmula. El día 23 va a ser otro sueño hecho realidad.

—Y esa película que veía pasar por delante de sus ojos de 40 años, ¿ha conseguido entrar en 216 páginas?

—Yo lo he dejado para la labor periodística de Manuela y ello lo ha llevado magistralmente. Pero, como somos tan persistentes, lo mismo hay que hacer otra entrega para que entren más cosas, pero no esperaremos otros cuarenta años —ríe—. Está lo más relevante, lo que creemos que puede tener más interés para el lector.

—Y Apache sigue con las mismas ganas.

—Las mismas. Si no, no podría seguir. La energía te la da la propia ilusión y esta viene de ese gusanillo que tenemos por estar enamorados de nuestra profesión. Es la savia que nos hace querer salir a la carretera. En cuanto nos subimos al autobús y lo que respiramos es una sensación de libertad y de ir a hacer lo que uno quiere. Y además, es nuestro medio de vida. No le podemos pedir más a esto.

—Su público se ha mantenido muy fiel, tienen seguidores de tres generaciones.

—Es otra de las grandes satisfacciones de esta profesión, la cantidad de amigos que tenemos por toda España. Al final y al cabo, son los que nos mantienen. Y todos están representados en el libro.

—¿Qué es lo que quiere que se encuentren estos amigos en este libro?

—Primero que se diviertan y también que vean la realidad, que todo no es un camino de rosas, todo en la vida cuesta trabajo y que la perseverancia es esencial para conseguir cumplir sueños. Queremos dar a conocer nuestra experiencia y que, después, cada uno saque sus conclusiones.