Apuesta por la música y la danza

Medio millar de alumnos se forman este curso en la joven escuela de Torreperogil

27 sep 2016 / 12:15 H.

La Escuela de Música y Danza Marcos Villar de Torreperogil comienza el mejor curso de su historia. La matriculación experimentó un incremento del 40 por ciento de su alumnado en música, donde se pasó de los 90 alumnos del pasado curso a los 140 inscritos en el presente.

Este crecimiento ha sido progresivo y proporcional en todas las especialidades, destacando entre ellas la de viento-madera y, por edades, las inscripciones de los niños de 3 a 7 años, para los que se ha tenido, incluso, que crear un nuevo grupo de “Música y Movimiento” destinado a los más pequeños. Además, el número de alumnos ya se sitúa cercano a los 500, lo que supone que ya hay un grupo muy importante de vecinos que tienen acceso a la formación musical en Torreperogil, un municipio de la comarca de La Loma con 7.710 habitantes.

El director de la Escuela de Música y Danza Marcos Villar y guitarrista del El Condado, Enrique Muñoz, considera que este interés por la música y la danza en el municipio “supone una consolidación del proyecto e ilusión para comenzar este nuevo curso”.

Esta Escuela de Música y Danza se puso en marcha en 2014 como fruto del compromiso con la música que tienen muchos de los vecinos del municipio de Torreperogil. Por entonces se había remodelado la denominada Casa de la Música para acoger como sede a esta escuela. Este edificio también es el “hogar” de las bandas de música y de la Peña Flamenca La Soleá. Se trata de uno de los edificios multiusos con más concurrencia y también acoge la sala de exposiciones municipal y es escenario de diversos eventos culturales de Torreperogil.

Alumnos se exhiben en el escenario

Los alumnos de la Escuela de Música y Danza Marcos Villar, el pasado 17 de junio, pusieron de manifiesto lo aprendido durante el curso anterior con un espectáculo en el escenario de la Casa de la Cultura de Torreperogil. Hubo un recital con temas de la banda sonora de “Frozen”, con música en movimiento y coro. Todo un derroche de arte que entusiasmó al público.