Andújar, protagonista en Canal Sur por sus apodos

Andalucía Directo visita la ciudad para contar las historias de algunos motes

15 mar 2019 / 16:28 H.

El programa de Andalucía Directo, de Canal Sur, se desplazó hasta el municipio iliturgitano para entrevistar a Francisco Fuentes Camacho, un vecino andujareño que ha publicado un libro en el que hace un repaso de la historia de Andújar a través de los motes, apodos y alias de las familias más características desde hace varias generaciones. Además de a varios personajes muy conocidos del municipio.

“Aunque yo no soy un cazador, en este caso hemos estado cazando y me he servido de algunas personas amigas que yo sabía que conocían muchísimos apodos que hay en el pueblo”, explicaba Camacho al principio del reportaje, en referencia al título de su publicación: “Cazando apodos”. Además, el escritor añadió que, el primero de todos los motes que puso en el libro, fue el de su padre: “Ensalailla”. “La petrola”, “la pili”, “la pipona”, “la rabota”, “farina”, “farfolla” o “fitos” son algunos de los apodos que se pueden encontrar en las páginas de este libro que se ha convertido en todo un referente de la cultura popular del municipio iliturgitano.

En el reportaje, también aparece un hombre al que le dicen, según él, “el huevosduros”. “Esto fue porque el año 72, por aquel entonces la fábrica aún no estaba acondicionada, hacía mucha calor, y yo me cocía mucho de aquí abajo, y no hacía nada que tocarme y de ahí me pusieron el mote”, explica. Generalmente, son las historias, las curiosidades o las anécdotas las que propician la aparición de algunos de los motes, tal y como contó Francisco Fuentes al reportero: “Había una señorita de aquí, de Andújar, que se metió a monja y después no tenía vocación y se salió. Entonces le pusieron de apodo ‘sorsevino’”. O la historia del “pocaleche”: “Un hombre venía de Madrid para trabajar aquí y se encontró con uno en el autobús. Le preguntó que a dónde iba, le respondió que a Andújar y este le dijo que tuviese cuidado porque allí le ponían mote a todo el mundo. ‘A mí poca leche me van a poner porque no conozco a nadie’. Y al día siguiente, cuando fue a trabajar, ya le llamaban el ‘pocaleche’”, cuenta el escritor iliturgitano. Actualmente, en el municipio aún existen más de un millar de motes y Francisco Fuentes, profesor jubilado, no quiso dejar pasar la oportunidad de aprovechar todo el material que tenía guardado y dar a conocer estos apodos y alias tan característicos y que forman parte de la historia viva de Andújar. En el libro “Cazando apodos” se recogen 1.095 y, según su autor, “alguno se ha quedado sin poner”.