Viajes de vecinos para lograr una convivencia más “familiar”

“Pilar del Arrabalejo” y “Passo”, entre otras, llevan a sus miembros a la playa

20 ago 2017 / 11:09 H.

Son días de calor y, también, de playa. Agosto es un mes en que la capital de provincia se vacía y las calles se encuentran desiertas, en una “fuga” masiva hacia la costa. Hay varias formas de viajar dirección al mar, con los amigos, en familia y, por qué no, con los vecinos. Con esta idea, asociaciones como “Passo” o “Pilar del Arrabalejo” reúnen a sus miembros y les ofrecen una experiencia “muy especial”, compartir un día en la arena con la gente del barrio.

Mario Liébanas, presidente de “Passo”, explica cómo llevan varios años con la organización de estas excursiones. “A la gente le hace mucha ilusión”. De hecho, para la salida de hoy hacia Benalmádena (Málaga) tienen un autobús lleno. “Es un día de convivencia vecinal con más vidilla, en el que se desconecta y se sale de la rutina para pasar un buen rato”, declara el dirigente Liébanas.

Los vecinos del barrio Pilar del Arrabalejo también disfrutan hoy de las olas del mar, concretamente en Carihuela (Málaga). Más de cincuenta personas se reúnen para ir y volver el mismo día. Según recuerda su presidente, Juan Martínez, han preparado excursiones similares en varias ocasiones, pero con el tiempo la organización cambió. “Por suerte o por desgracia, no es como antaño, nos cuesta mucho conseguir gente para que vayan al viaje”. Uno de los objetivos de la escapada es conseguir “una convivencia vecinal”, algo “diferente” a lo que se obtiene en las fiestas del barrio o los encuentros puntuales. “Es una forma de que los vecinos se sientan como parte de una gran familia”.

Desde ambas asociaciones resaltan que, a pesar de “estar abiertos” a recibir a todas las edades, acogen a muchas personas de la tercera edad. Tal como explica Juan Martínez, “hay gente mayor que, por su situación económica o porque se encuentran solos, se quedan en casa sin salir, y más en agosto, cuando las calles del barrio están vacías”. De esta forma, logran “huir de la tristeza” para “pasar un buen rato” con los vecinos. “Les sale económico, pues suele rondar unos diez euros, y disfrutan de un día de playa”.

Martínez resalta también el hermanamiento que se vive durante el trayecto. “La gente se trae sus refrescos y aperitivos y los comparte. Después, algunos se van a un restaurante o no, pero antes se saca comida y bebida para repartir entre todos, cada uno aporta lo que puede, eso es lo bonito, la harmonía que se consigue, y así olvidar las malas historias que puede tener cada uno en su casa”.

VÍDEOS. Las redes sociales son un eco del entretenimiento que organizan las asociaciones. “Passo” publicó recientemente un vídeo en el que se veía a los vecinos bailando en el agua y siguiendo los pasos de una compañera de la asociación. Liébanas afirma que en su visita hoy a la costa van a repetir. “Todo sea para que pasen un día irrepetible con los suyos”.