Turismo trabaja para adecuar el raudal y hacerlo visitable

Los vecinos de La Magdalena vuelven a reivindicar el arreglo y la reapertura como motor cultural y económico

26 ago 2016 / 10:30 H.

Se bosquejó como un atractivo cultural para imantar turistas a La Magdalena, a ese barrio desde el que creció la ciudad y lo que hoy se considera su barrio histórico. Pero, más que atraer, el famoso raudal repele. Así lo cree la portavoz de la asociación de vecinos de La Magdalena, Ángeles Estepa, que lamenta: “Lleva años y años en unas condiciones pésimas”. Denuncia la presencia de ratas y gatos —“¡sí, parece mentira que los gatos no se coman a las ratas!”, aduce— y advierte de los malos olores que produce una falta de mantenimiento que, sin embargo, niega la edil de Turismo, Charo Morales de Coca. Pero es, sobre todo, el cierre de este hito monumental el que tiene a los vecinos al filo de la protesta.

En un barrio en el que —según Estepa— el 90% de su población activa se encuentra en paro, la representante vecinal subraya la necesidad de un motor económico que lo dinamice. “La Magdalena tiene carencias endémicas de todo tipo”, apunta Estepa, que se dice “sorprendida por que haya políticos que apoyen determinadas zonas con medidas de empleo”. Se refiere, subrepticiamente, a la declaración como Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) del Polígono del Valle. “Lo aplaudo —apunta—, pero no pueden ser exclusivas, porque producen una discriminación con el resto de la ciudadanía”. Señala que la crisis económica, el desempleo y el escaso poder adquisitivo de los residentes ha mermado el comercio. Pero también lamenta que la “poca micropolítica” del Ayuntamiento sea “a golpe de demandas vecinales” y que las administraciones públicas —y apunta a la Diputación— han establecido una línea divisoria imaginaria en el barrio al limitar las actividades culturales al Palacio de Villardompardo y los Baños Árabes.

Si la situación se prolonga, en septiembre la asociación de vecinos se movilizará para “llamar la atención”. Sin embargo, si prosperan los planes de la concejal de Turismo y Deportes, quizá no sea necesario. “Previa al verano, hicimos una adecuación de mínimos y de limpieza e incluso existe la posibilidad de abrir la verja”, indicó a este periódico. Señaló que el proyecto de obras, en el año 2009, “fue una intervención que se hizo mal, que no tuvo en cuenta los acuíferos del entorno y que el raudal está deteriorado”. Pero, según la concejal, a principios de este mes, tuvo una reunión con expertos, incluido personal del área de Urbanismo, y señaló: “La intención es adecuar el raudal para que pueda ser visitado”. Subrayó el “interés grande” de su Concejalía por ponerlo en valor. Y concluyó: “No puedo comprometer fechas, pero, en cuanto volvamos en septiembre a la normalidad, retomaré el tema”. El deseo de hacerlo visitable es tal que afirmó que, “en breve”, se entregará la llave del raudal a empresas turísticas para abrir la verja y “que la explicación sea bastante más inteligible”.